Rajoy, Mas y la consulta

Hace poco el presidente del Gobierno español, a coro con sus adláteres, proclamó urbi et orbi que no era posible dialogar con el president Mas sobre la consulta informativa prevista para el próximo 9 de noviembre, que es lo que está demandando el Parlament de Catalunya, y no la invención vinculante y ejerciendo el derecho de autodeterminación que falsa e insistentemente nos repiten desde el PPSOE, porque ya estaban predeterminadas unilateralmente desde Catalunya la fecha y las preguntas. Pues bien, ahora que Mas ha ofrecido públicamente la posibilidad de discutir y acordar con Rajoy otra fecha y el contenido de las preguntas para llegar a un acuerdo que permita realizarla sin mayores fricciones, la respuesta de Rajoy sigue siendo la misma, pero en este momento desdiciéndose y arguyendo que no puede dialogar sobre algo que no está en la Constitución y atribuyendo a la consulta informativa un carácter decisorio y vinculante que hoy no tiene, aunque democráticamente debiera tenerlo.

No hay peor mudo que el que no quiere hablar, ni más lerdo que el que no quiere entender, y ya va quedando claro cuál es el talante democrático y la voluntad negociadora de unos y otros. El tiempo se va acabando y nos vamos acercando al final de una crisis que, aparentemente, solo va a encontrar solución inmediata en medidas de fuerza, otra vez, para domeñar a la mayoría ciudadana catalana y que en todo caso va a hacer ya más imposible si cabe cualquier encaje democrático de Catalunya en el Estado. Y es que si es verdad que hay separatistas, no cabe duda que tampoco son pocos los separadores y que no entienden otra unión que la de la fuerza y el sometimiento.