La del covid-19 ha tenido un gran impacto porque ha afectado al mundo occidental, pero sus efectos son limitados en cuanto a enfermos y fallecidos. No son noticia las inundaciones en Filipinas, Bangladesh o India que han supuesto catástrofes en vidas e infraestructuras, pero no afectan a EEUU o a Europa. Tampoco se mencionan epidemias de militares que dilapidan fondos públicos para invadir otros países a “enseñarles” con armas lo que es la “auténtica” democracia. ¿Se considera epidemia la frivolidad que sufre quien ve la televisión o lee prensa en España? ¿Es epidemia la de los emigrantes que se ahogan en el Mediterráneo porque quieren huir de sus países a causa de la pobreza y la guerra, que son rescatados por las ONG acosados por los guardacostas europeos? Hay pandemias y pestes instaladas en países pobres y remotos alrededor de los cuales las democracias hemos levantado murallas kilométricas para no contaminarnos. Las pandemias bancarias permiten enriquecerse a lobos con piel de oveja a los que periódicamente hay que rescatar. Pandemias de guerras provocadas intencionadamente por políticos ambiciosos que matan poblaciones inocentes enteras. Pandemias ocultas de títulos universitarios y doctorados que regalan profesores a políticos amigos. Las monarquías que alimentan la frivolidad como medio de vida de una jet parasitaria que cultiva la ignorancia de las masas. La de patriotas que tienen sus patrimonios en paraísos fiscales y airean la rojigualda. La epidemia del fútbol que ha contaminado la sociedad española fomentada por las instituciones para que las masas se dejen apacentar vigiladas por los mastines.. Pandemias son los periódicos conflictos armados para eliminar excesos de población improductiva o las que gasean a pueblos por pertenecer a razas que no gustan al Führer o a Mr. Pumpkin.