Desde los clubes de Aedona, Asociación de Entidades Deportivas y de Ocio de Navarra, queremos trasladar nuestra preocupación por la subida tan importante en los precios de la energía que estamos sufriendo. Mucho se habla del precio de la luz, pero el precio del gas se ha incrementado de forma drástica. Si bien no somos los únicos afectados, tenemos que poner la vista en lo que esto representa para los presupuestos de nuestros clubes, que son entidades sin ánimo de lucro, y muchos de ellos declarados Entidades de Utilidad Pública. Estamos hablando de que el precio de los suministros de gas se ha multiplicado por tres, pasando de pagar 28€/MW en diciembre de 2019 a los 90€/MW que se está cotizando para todo el año 2022. Esto hace que, en la partida de suministros de nuestros clubes, pasen a suponer casi un 35% del total del presupuesto anual. En el precio del gas no solo ha subido el precio de la energía, sino también aquellos conceptos regulados, parando en las tarifas que antes se llamaban 3.4 y que en la actualidad se denomina RLTB6 de 970,8 euros a 13.871,36 euros, es decir, más de un 1.400%. A pesar de que en algunos clubes se están acometiendo medidas para realizar una transición energética importante, y descarbonizar nuestros entornos, este proceso no es inmediato y lleva aparejada la inversión en nuevas infraestructuras e instalaciones. Es muy importante que la Administración Pública, tanto municipal como el Gobierno de Navarra, apoye este proceso y tenga en cuenta lo que está en juego. Interpelamos a la colaboración de todas las partes para afrontar esta situación que esperemos sea estacional, aunque la previsión es mala para 2022. Es importante que, entre todos, incluidos nuestros socios, aportemos nuestro granito de arena para que esta subida de precios de mercado afecte lo menos posible a las entidades, que ya venían resintiéndose tras el periodo de cierre de la pandemia. En última instancia, esto puede conllevar consecuencias para determinados deportes, principalmente para los de agua como natación, natación con aletas, waterpolo o natación sincronizada o para los usuarios de piscinas. Esperemos no tener que llegar a medidas drásticas, pero hay que poner en valor la supervivencia de las instalaciones y la dependencia de mercados como este por parte de las instalaciones deportivas.