nuncia CaixaBank un reajuste de plantilla tras la fusión con Bankia. Más de ocho mil empleados se pueden ver afectados en este proceso con la pérdida de empleo. Un recorte más que añadir a los ya anunciados en el Banco de Santander, Sabadell y el BBVA. Este proceso de reconversión de la banca que viene de tiempo atrás es visible en las calles de nuestros pueblos con oficinas cerradas. Si miro a mi alrededor veo los locales vacíos o transformados de lo que fue delegación de Caja España, Banco de Santander (que antes fue Popular y antes Vasconia) o mucho tiempo atrás la Caja de Ahorros Municipal de Pamplona. Y anuncian más clausuras. Todo apunta a que el trato individualizado de ventanilla acabará siendo remplazado al cien por cien por robots, por cajeros automáticos que desde hace tiempo asumen todo género de transacciones. Rápido y práctico, aunque genera problemas a las personas de más edad y no garantiza la seguridad del proceso al cien por cien. Ni la consulta de dudas. Como mucho un 'gracias por su visita" al final del recibo.

Ese proceso de despersonalización, de prescindir de trabajadores, de la sustitución de empleados por máquinas, de arrinconar el diálogo verbal por la digitalización, todo esto abarca cada vez más campos de nuestra actividad diaria. El más evidente es el de las consultas telefónicas, esas llamadas interminables, ese le "atenderemos en breves instantes" en el que una voz le ordena marque 1, marque 2, marque 3€, un laberinto de opciones que confunde y muchas veces para volver al punto de partida entre maldiciones. Eso cuando alguien humano acaba contestando al otro lado. Luego están los trámites enrevesados a través de internet, los robots que suplen a camareros en los bares, las cabinas vacías en los peajes de las autopistas, el sírvase usted mismo de las gasolineras€ Los trabajadores desaparecen del paisaje y si no te entiendes bien con las máquinas o no tienes quien te ayude ante la duda te sientes aislado, raro, de otro tiempo. Eso sí, las comisiones por mantenimiento de la cuenta o por realizar operaciones te las siguen cargando igual: ¿para pagar el salario de las máquinas...?

Ese proceso de despersonalización, de prescindir de trabajadores, de la sustitución de empleados por máquinas, abarca cada vez más campos de nuestra actividad diaria