La República Árabe Saharaui Democrática (RASD) cumple 44 años con la mayoría de su territorio ocupado militarmente de forma ilegal por Marruecos -la riqueza en fosfatos, en bancos de pesca frente a Canarias y en petróleo en la frontera con Argelia son la motivación principal-, y cerca de 200.000 personas abandonadas en el desierto y refugiadas en los campos de Argelia y en los territorios liberados y decenas de miles más perseguidas en las zonas ocupadas. Esta columna de hoy solo tiene un objetivo: avivar a llama de la solidaridad y el recuerdo de la persecución del pueblo saharaui en su propia tierra. 44 años con la presión del expansionismo militar, económico y diplomático de Marruecos de nuevo al alza, azuzando el riesgo de una nueva confrontación bélica. 44 años también de la traición del Gobierno franquista, en la agonía de sus últimos días, al pueblo saharaui, entonces ciudadanos españoles, y a sus obligaciones internacionales de controlar la descolonización del Sáhara. Decenas de miles de saharauis han sido desde su primer día de vida personas refugiadas. 44 años de historia y de lucha contra la ocupación de Marruecos del territorio de la RASD. A aquella primera traición franquista, le siguieron todas las demás: la de Juan Carlos de Borbón y Felipe González, primero, y a partir de ahí las de los sucesivos gobiernos de PSOE y PP y ahora también de PSOE y Unidas Podemos. Para colmo, la ineptitud política de Borrell halagando sumisamente al sátrapa Mohamed VI que dirige con mano de hierro los destinos de la zona desde Rabat. Buenas palabras, pero sumisión y pleitesía a un régimen corrupto, autoritario y de terror. Otro episodio vergonzante de la política española, que acepta someter los derechos democráticos y políticos de los saharauis al chantaje económico, migratorio y territorial de Rabat. Mientras, siguen la brutal represión marroquí, las violaciones masivas de los derechos humanos que se ceban en los jóvenes y mujeres saharauis y la tortura sistemática. 44 años de traición y ocupación y también de solidaridad y resistencia.