En una temporada en la que las lesiones se han cebado con Darko, no todo han sido malas noticias para el serbio, que a mediados del pasado mes de enero amplió su relación contractual con Osasuna hasta junio de 2023 (un curso más de los que tenía firmados). "Es una prueba de confianza en un momento complicado para mí y para el club. Significa que ellos están contentos conmigo y yo con ellos", analiza.

Tanto el centrocampista serbio como su familia se han adaptado a la perfección a Pamplona y a Navarra. "Nos gusta la ciudad, nos gusta su gente, he visto cómo se vive el fútbol en El Sadar, cómo se entrena el equpo, el compañerismo que existe... He encontrado todo lo que un futbolista necesita", admite con sinceridad, aunque entra más a fondo en sus gustos al preguntarle por su comida y su rincón preferidos: "Hemos probado las alcachofas, las pochas, los hongos y todas esas cosas que aquí en Navarra preparan tan bien. Y un lugar... Diría la plaza del Castilla. Como tenemos dos hijos pequeños y paseamos mucho, es un buen sitio para caminar".

Del resto de la geografía navarra no tiene tanto conocimiento porque "está siendo un año raro por las lesiones" y también por las restricciones derivadas de la pandemia de covid-19, que le están afectando, como al resto de la población. "En Pamplona estoy con mi mujer y mis hijos y no vemos a nadie de nuestra familia desde agosto, salvo a mi padre, que vino unos días después de mi operación para echarnos una mano. Espero que esto acabe pronto porque necesitamos ver a nuestra gente", explica. Y continúa: "En julio-agosto, cuando supimos que no iba a haber vacaciones de Navidad, ya nos hicimos a la idea de que hasta mayo no ibamos a poder ver a nuestras familias. Además, Serbia no forma parte de la Unión Europea y nuestra gente no puede entrar ahora en España, cuando antes, en condiciones normales, solíamos vernos cada uno o dos meses".

Es por todo eso que Darko desea que la normalidad regrese lo antes posible en todo el mundo. Y eso incluye Pamplona, una ciudad en la que tanto él como su pareja y sus dos hijos se sienten felices. "Nos gusta todo", admite, y no la descarta como posible destino cuando se retire. "Aún me quedan unos cuantos años de fútbol y no lo tenemos decidido, pero es una opción", dice, aunque lo que le interesa ahora es seguir en Primera con Osasuna.