Abde fue uno de los protagonistas del partido de Liga de la última temporada en El Sadar entre Osasuna y Barcelona. El extremo marroquí, uno de los jóvenes valores que había rescatado Xavi de la cantera del Barça -el técnico llevaba poco más de un mes al frente del equipo-, escribió un partido excelente, marca de la casa que los aficionados rojillos ya han saboreado, y se convirtió en el gran problema de la zaga de Osasuna. Rapidísimo, descarado, siempre retando a su par y sorteando rivales con entusiasmo inagotable, así fue Abde ante Osasuna, coronando además su gran actuación con un gol de oportunismo.

Por Abde fueron en la lucha por hacerse con sus servicios media docenas de equipos de la Liga, pero el club navarro, Braulio, anduvo más hábil que el resto y sumó para la causa de Osasuna un extremo puro, un futbolista determinante -así lo ha ido en un par de encuentros en El Sadar-, un jugador muy divertido de ver, incluso si te toca enfrente.

Una lesión muscular ha impedido a Arasate contar con él para estos últimos encuentros de antes del parón, pero de todos los modos tampoco podía ser del partido para la cita de esta noche porque una cláusula del Barcelona, ​​​​su club propietario, exigía un pago de una cantidad para que pueda enfrentarse a él. Es decir, desactivación de un recurso molesto y aguafiestas.

La visita del Barcelona la pasada temporada tuvo su miga. Fue un partido con su intrahistoria porque supuso el primer gol de Abde en Primera División, también Nico se estrenó aquel día en la máxima categoría, Jutglá debutó y Piqué, hoy en la despedida, en aquella jornada disputó su encuentro número 400 en Primera.