Ausencia absoluta del Club Atlético Osasuna en el encuentro del Santiago Bernabéu. No estuvieron los rojillos originales y saltaron al campo algunos con la camiseta de Osasuna, porque el equipo ni se pareció a lo que se había visto hasta ahora. Un Real Madrid muy mermado (y fue empeorando en cuanto a efectivos durante el partido) no tuvo ni un pequeño susto contra un equipo rival taciturno y poco valiente.  

La sensación del encuentro del Bernabéu es peor que el resultado. No es que el Madrid te meta cuatro, que eso puede pasar ya que el potencial blanco es mayor que el tuyo. Y más en su casa, pero lo que no puede ocurrir es que no se le plante cara de ningún tipo. Ni siquiera cuando los locales se quedaron con diez y, en vez de ir a buscar el empate, los rojillos encajaron un segundo gol en un incomprensible error de comunicación entre la defensa y el portero.Error que se repitió en el siguiente tanto de nuevo. O Sergio tiene que estar más adelantado o la defensa debe de cubrirse mejor las espaldas para que no te metan un gol de un pelotazo del portero. Otro síntoma de que Osasuna ni siquiera compitió lo mínimo exigible.

La única ocasión que se puede catalogar como peligrosa llegó en el último minuto cuando Bretones estuvo a punto de dejar solo a Raúl García de Haro delante de un Lunin que recordará el partido por su asistencia, porque intervenciones no se acordará de muchas, al contrario de un Sergio que sostuvo al equipo durante la primera media hora. Y poco más se puede contar de Osasuna en ataque. 

Ahora toca irse al parón por selecciones y da la sensación de que alguno de los jugadores rojillos pueden agradecerlo para volver contra el Villarreal con energías renovadas. Por ejemplo, la dupla de los defensas centrales parece haber bajado un par de puntos en su rendimiento después de su excelente comienzo de temporada en ambos. 

Osasuna está en una buenísima situación clasificatoria, pero eso debería de servir para afrontar este tipo de encuentros con más ambición, no lo contrario y que esto suponga un exceso de relajación o, por lo menos, de mostrar una baja intensidad. Queda mucha Liga y toca hacer borrón y cuenta nueva cuanto antes.