PAMPLONA. Bajo un sol abrasador y un paisaje desértico, los empleados de las atracciones ultimaban ayer por la mañana los preparativos para poner en marcha estas máquinas. Puestos cerrados, mesones vacíos y muy poca gente eran el escenario de unas barracas recién llegadas al parque del Runa, en la Rochapea. Sin embargo, el paisaje desértico de la mañana nada tenía que ver con el de horas después.

Conforme caía la tarde, la gente se acercaba con la ilusión de vivir una experiencia inolvidable. El recinto cuenta con más de 30.000 metros cuadrados para el disfrute de todo aquel que quiera pasar un buen rato. Para ello, se podrá escoger entre 72 atracciones: tres tómbolas, un bingo, 18 puestos de hostelería, 19 de habilidad, 31 de movimiento. Los padres no tendrán motivos para preocuparse por la seguridad de los más pequeños, porque estos podrán disfrutar de los caballitos, una pista infantil de quads, un agradable paseo en poni, una noria infantil y del tren de la bruja. Los feriantes son conscientes de la crisis económica, por eso han mantenido los precios de años anteriores.

El precio del viaje oscila entre los 3 y 3.50 euros. Incluso, en el caso del mesón jaenés, se ha disminuido el importe de sus productos. Lo que también ha bajado ha sido la afluencia de gente, que "se ha reducido a la mitad desde que trasladaron el recinto ferial a la Rochapea", según Javi, hostelero del mesón jaenés. Este puesto lleva funcionando diez años, por eso sus trabajadores conocen muy bien los problemas que entraña el nuevo emplazamiento. "Me gustaba más la antigua ubicación en Yanguas y Miranda" afirmó Javi.

Además, Mohamed Moussaid, del parque acuático, añadió que "el lugar donde vivimos estos días, cerca del parque de Bomberos de Navarra, no lo limpian nada bien. Hay basura por todas partes. Es una vergüenza". Unido a estos contratiempos, se encuentran los largos horarios de trabajo que los jornaleros afrontan con alegría. "Trabajamos doce horas seguidas hasta las tres de la mañana", dijo Moussaid. Y es que a esta hora cesa la actividad para que los vecinos puedan descansar. De modo que el horario de apertura queda establecido de 12.00 a 3.00 horas. Entre las 21.45 y las 22.15 no podrá haber música mientras se celebra el encierrillo. Sin embargo, estos días previos a San Fermín, deben cerrar a las doce de la noche.

DÍA DEL NIÑO

Si por los niños fuera se montarían en todas las atracciones, pero los padres no tienen tiempo ni dinero suficiente. Por ello, el día 15 de julio, todas las familias aprovechan para que sus hijos disfruten a un precio más asequible. Esto es lo que va hacer Patricia, vecina de Pamplona y madre de una niña. "Los primeros días se montará en una o dos. Esperaremos al día del niño para que pueda divertirse en más", aseguraba. Al recinto Ferial se puede acceder desde la cuesta de Santo Domingo por el puente de Curtidores, desde el puente Vergel si se baja del centro de Pamplona por el portal de Francia o desde la calle Río Arga.

Para que la gente pueda desplazarse cómodamente desde el Casco Antiguo al recinto y viceversa, el Ayuntamiento ha habilitado unos trenes turísticos que circularán entre el día 6 y el 14 de julio. El horario es de 11.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 21.00 horas con una frecuencia de 25 minutos.