Tirana, capital de Albania, es la única ciudad europea en la que menos del 20% de las calles tiene nombre. Tras 20 años del inicio de la época democrática en el país, la capital albanesa cuenta ya con más de 1.100 calles y avenidas nuevas, sin nombre y sus edificios sin números. La falta de direcciones dificulta la vida cotidiana de los habitantes de Tirana, de la administración local y también de las empresas de servicios. Ante esta caótica situación, la gente aprendió a orientarse mediante las cosas más conocidas de su entorno, como hoteles o restaurantes. La mayoría de los edificios carece de números y la gente los identifica según los colores y los dibujos realizados por el alcalde Edi Rama, que hace 10 años ordenó pintar las fachadas.