Cuentos para todas las familias desde la educación en el respeto
natividad de la puerta, de la editorial a fortiori, abogó por "naturalizar" las nuevas situaciones
pamplona. No hay una familia sino muchas familias y los cuentos son una vía de transmisión de valores. Examinando 200 cuentos de los hermanos Grimm, "basta una mirada por encima para comprobar los tipos masculino y femenino": aparecen 23 brujas malas y sólo dos brujos malos, 16 madres o madrastras malvadas y sólo tres padres o padrastros malos, existen tres mujeres que ponen en peligro a los hombres que las aman pero sólo un hombre que las perjudica... "Pero en los cuentos actuales tampoco se reflejan las situaciones familiares que viven los niños en casa", reconoció ayer Natividad de la Puerta Rueda, doctora en Historia Económica en la UPV y fundadora de la editorial bilbaína AFortiori, que defendió "un mundo mejor" con cuentos a favor de todas las familias, "esas otras familias no tradicionales que intentamos naturalizar".
En favor de todas las familias es de hecho el título de la colección de cuentos con títulos tan alternativos como La novia de papá también me quiere o El color de mi familia. "La familia es la primera unidad de socialización de un bebé y la esencia de su estabilidad emocional", aseveró. Cuando hablamos de familias hablamos de las "las familias de nueva definición, familias multirraciales, monoparentales, homoparentales, niños adoptados, padres y madres divorciados...". Lo que une a todas ellas, indicó, es que tienen unas características comunes: son ese lugar en el mundo al que siempre queremos regresar porque te abrazas, te demuestras que te quieres y donde hay amor". El auténtico valor que hay que transmitir, dijo, es ése: el amor. El amor es universal no es exclusivo, el amor que se tienen los miembros que la constituyen "independientemente de cómo se haya constituido esa familia, de cómo ha venido, si es un hijo adoptado, inseminado, dos padres...". "La familia es el espacio donde se dicen y hacen las cosas más importantes para orientarse en el vida", apostilló.
diversidad "Los niños nos vigilan, nos miran atentamente y se fían de nosotros. Por eso es importante que les eduquemos porque nacemos hombres y mujeres, pero no hay una única forma de ser hombre o mujer", reflexionó. No hay una única forma de ser. La diversidad nos enriquece y hay que apostar por educar en una infancia sin "prejuicios, y que "la influencia sobre nuestros chavales sea positiva para que haya un mundo mejor de verdad". La primera regla es saber educar en el respeto, respeto a la diversidad que "sólo se puede hacer desde la vivencia de todo eso. No vale que le digas al niño que respete si luego está viendo que criticas al vecino... Educar en el respeto a nosotros mismos y a los demás es asegurar una vida en paz. Y aquí entra el tema de la violencia, de la convivencia....", señaló.
Por otro lado, De la Puerta presentó ayer el último libro de la editorial El arte de ser padres sensatos, del pediatra Roberto Fernández de Pinedo, que aborda el tema de la enfermedad y la salud de los niños en "clave de humor" y desdramatizando situaciones que preocupan a los padres. "El pediatra está escandalizado de los padres y madres que acuden a su consulta porque son gente muy cualificada, capaz de poner el hombre en la Luna, pero acochinados con los mocos de un niño", explicó. El libro aporta claves de "cómo abordar situaciones de vida para evitar además que se transmite el estrés de los padres a sus hijos".
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