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El alquiler de habitaciones se dispara y el precio medio se sitúa en unos 200 euros

familias y jóvenes son los nuevos arrendarios de dormitorios en viviendas compartidasEl alojamiento con derecho a cocina y wifi, el más demandado en las webs y anuncios callejeros, que se multiplican por la crisis

El alquiler de habitaciones se dispara y el precio medio se sitúa en unos 200 eurosOSKAR MONTERO

pamplona. "Chicas serias y trabajadoras buscan habitación económica en piso compartido. Teléfono 639451374". Como este anuncio se pueden rastrear desde el pasado enero más de 70 para Pamplona y su comarca en la web Mundo Anuncio.com. Lo mismo que en el portal inmobiliario idealista.com se contabilizan más de 111 habitaciones en Pamplona y su Comarca. En él se puede precisar si eres chico o chica, si tienes o no mascota, si fumas o no, el límite de precio que buscas desde los cien euros, la capacidad de la vivienda, y los compañeros que prefieres (no fumadores, gays, lesbianas, sin mascota...) para encontrar una oferta a la medida. El precio de las habitaciones oscila entre los 150 y 300 euros, aunque la media es de 200. A ese precio hay que añadirle algo más en concepto de gastos de luz, gas, agua y teléfono e Internet, lo que supondría sumarle en torno a otros 30-50 euros de media. Más de 200 ofertas también ofrece el servicio de Alojamiento de la Universidad de Navarra, y un centenar se encuentra en el portal de la UPNA por no hablar de los miles que inundan portales y calles.

Con estos datos se puede concluir que la crisis ha disparado el alquiler de habitaciones. Anteriormente esta opción era casi exclusiva de los estudiantes que procedían de fuera de la capital navarra y se decidían por compartir como una manera de reducir gastos. Sin embargo, en el último año ha aumentado entre otros colectivos como jóvenes y estudiantes en general, inmigrantes en paro, personas que viven solas... A ello se une que muchos propietarios que se encuentran en situación económica difícil optan por alquilar alguna habitación de su casa para poder afrontar el pago de su hipoteca o simplemente para obtener un dinero extra. De hecho, esta fórmula está compitiendo con el alquiler de viviendas, con precios mucho menos atractivos. Se trata de encontrar alojamientos por menos dinero y sin miedo a socializarse, a compartir nuevas experiencias...

inquilino y canguro Los estudiantes ya alquilan más cuartos que pisos. Begoña Gayardo, responsable del servicio de Alojamiento de la UN, subraya que mientras los alquileres de pisos se sitúan entre los 600 y 800 euros, a las habitaciones de viviendas compartidas accedes entre 250 y 300 euros. "Una de las opciones con más demanda en los últimos meses es el alquiler de habitaciones por parte de familias, que ofrecen alojamiento con derecho a cocina, media pensión o completa, y donde el propietario vive allí", informa. Su precio medio ronda entre los 300 y los 400 euros al mes.

Otra variante son familias que acogen a estudiantes sin ningún coste a cambio de que estos cuiden a los niños o les enseñen idiomas. También hay muchos jóvenes que alquilan un piso entero y luego realquilan hasta tres o cuatro habitaciones. "Igualmente hay propietarios que se dan cuenta de que es más fácil alquilar un piso por habitaciones que entero". Ya cuentan con 188 pisos de alquiler, 137 habitaciones y 85 casas de familia.

Las fórmulas de arriendo son variadas y los reclamos, muchas veces esforzados: "Alquilo habitación en la Chantrea cómoda, ideal para chica sola, muy céntrico, zona tranquila de ruidos. El piso está en un bajo y está ocupado únicamente por tres personas. 200 euros con derecho a cocina, agua y luz incluidos" es un precio estándar a juzgar por los miles que cuelgan por los barrios del cinturón norte de Pamplona". Teléfono 627398380.

cuadrar el presupuesto Víctor Boggiano, de 35 años, y Fabiana Flores, de 33 años, se animaron hace poco a alquilar la vivienda en la que viven en la calle Aibar de la Chantrea como "última alternativa" para sostener los gastos de la familia. La pareja tiene una niña de 8 años y preferiría vivir con mayor intimidad, pero al quedar los dos en paro se ven obligados a compartir la vivienda con el permiso del arrendador.

Ambos son de Perú y llegaron a nuestro país hace ahora ocho años en busca de trabajo. Víctor es artista. Estudió Bellas Artes en Lima y la pintura es su verdadera pasión. En las paredes de la vivienda cuelgan los paisajes impresionistas de media Navarra, entre los que destaca un otoño en Baztan muy vivo de colores, bodegones, retratos y esculturas que convierten su casa en un pequeño museo. Después de dos años de espera tiene una gran oportunidad de promocionar su obra en una exposición en el Civivox del Ensanche. De casta le viene al galgo y es que su padre también fue pintor, explica. Víctor no ha vivido del oficio sino de la construcción. La pareja confía en alquilar una de las habitaciones, "limpia y bien equipada", pero destacan que la competencia es feroz. "Se alquilan muchas habitaciones por esta zona de Chantrea, Marcelo Celayeta, Ansoáin... La clave es que tengan derecho a cocina y wifi".

La pareja busca "chica sola o señora pero pedimos tranquilidad por la niña, y preferimos cultura como la nuestra, como la vuestra, ya que compartimos la forma de vivir y muchas costumbres. La verdad es que con los españoles nos entendemos, hasta ahora nos hemos encontrado con muy buena gente". Han tenido muchas llamadas de parejas interesadas por la habitación pero ellos prefieren que entre una única persona al hogar.

Víctor lleva seis meses cobrando el subsidio de desempleo, lo que queda de unos años en los que no faltaba trabajo en diferentes empresas de subcontrata, mientras que Fabiana, que trabajó en una lavandería, se encuentra ahora en el paro. Víctor, que en su país emigró a la ciudad cuando era joven para estudiar y "superarme", se vino más tarde a este país para "progresar", y ahora su aspiración es poder dedicarse al arte. Siempre han apostado por vivir de alquiler. Pagan 595 euros de alquiler, gastos aparte, y con 200 euros cuadrarían mejor su economía familiar.