La Zona Media y la Ribera Alta sufren la mayor crecida del río Arga de esta década
las riadas anegan huertas y carreteras y afectan a bajeras sin causar graves dañosSe espera entre hoy y mañana otra segunda avenida en las mismas zonas, pero algo menor que la registrada ayer
pamplona. Las precipitaciones caídas durante los días precedentes dieron lugar ayer a crecidas ordinarias en todos los afluentes de la margen izquierda del Ebro desde su cabecera hasta el río Irati, con excepción del río Arga donde se registraron caudales extraordinarios de periodo de retorno de 10 años. En concreto, en el tramo medio del río, en Etxauri, se superaron los 1.000 m³/s de caudal, lo que supone el mayor episodio desde febrero de 2003. Entre Etxauri y Funes la punta de la avenida del Arga tardó en llegar 19 horas.
Los registros que se midieron en Funes, con 927 m3/s y 5,42 metros de altura, hicieron inevitable que el agua saltase por encima de los márgenes, inundando las mejanas, la pista polideportiva y campos de cultivo. El alcantarillado estuvo a punto de jugar una mala pasada al no poder recoger más agua y las filtraciones fueron habituales en las bodegas de las casas cercanas al cauce, en una zona que fue despejada de vehículos y en la que se cerró el colegio público, dejando sin clase a 230 alumnos.
Las escenas de campos de fútbol anegados y carreteras cortadas también fueron comunes en Berbinzana, Larraga y Miranda de Arga, cuyos accesos quedaron reducidos a la mínima expresión. En Peralta también se inundaron las zonas bajas, aunque sin consecuencias para la población, al igual que en Andosilla, por el Ega, y en Cáseda.
En las últimas horas del día, el control de los caudales se concentró en el Ebro, sobre todo en Castejón y Tudela, donde no se esperaba que el río supere los siete metros de altura, según las predicciones de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). A las 22.00 horas, el Ebro pasaba por Castejón con una altura de 6,66 metros de altura y 1.698 metros cúbicos por segundo, cerca de la cota máxima que preveía la CHE y que no superaba los 1.800 metros cúbicos por segundo. En Tudela, donde la previsión no era alarmante y se esperaba que no se produjeran grandes problemas durante la noche, se empezaron a retirar no obstante los vehículos de las zonas más cercanas al cauce del río.
Las precipitaciones producidas durante las últimas 72 horas han acumulado entre 75 y 100 litros por metro cuadrado en las cuencas altas del Arga, Irati y Aragón, y entre 50 y 75 en el Ega. El pantano de Yesa, en el río Aragón, desembalsó 240 metros cúbicos por segundo de forma preventiva, ante la llegada de nuevas lluvias y caudales.
Las nuevas precipitaciones que se anuncian para los próximos días podrían generar nuevas crecidas en la cuenca noreste del Ebro, aunque sin que se vea afectado el caudal del Arga. Sí lo harán los del Irati, Salazar y la parte norte del Aragón, lo que abundará en un nuevo incremento, en principio, inferior al de ayer.
De acuerdo con estos registros, el Gobierno de Navarra podría reducir hoy la alerta por posibles avenidas al nivel de preemergencia, después de que ayer por la tarde se produjeran crecidas en las cuencas del Arga y del Arakil inferiores a las registradas el martes, que no produjeron daños ni incidencias relevantes. A última hora de la noche se mantenía, de todas formas, el nivel 1 de alerta.
Por otra parte, y aunque con menor incidencia que el martes, también se vieron afectadas ayer varias carreteras de la red secundaria por problemas relacionados con balsas de agua y desprendimientos. Entre ellas se cortó la vía que une Lerín con Berbinzana (NA-6120), entre los kilómetros 7 y 9; entre los kilómetros 10 y 13; y la que une Alsasua con Irurtzun (NA-2410), en el punto kilométrico 13 y la que une Tafalla con Miranda de Arga (NA-6140), que seguía cortada a última hora de ayer. El acceso en Pamplona al polígono Landaben desde el barrio de San Jorge seguía anoche con complicaciones. Por otra parte, también se encuentran cerrados los puertos de Belagoa (NA-137), a partir de Mata de Haya (pk. 45), y de Laza (NA-140) y las carreteras que unen Garde con Ansó (NA-176) e Isaba con Zuriza (NA-2000).
la capital se recupera Pamplona, por su parte, recuperó ayer completamente la normalidad tras verse sorprendía el martes por la histórica crecida del río Arga. Los aparcamientos situados a ambos lados del Club Natación y en el entorno de los corrales del Gas en la Rochapea permanecieron cerrados como precaución, si bien se preveía que pudieran abrirse totalmente a partir de primeras horas de la noche.
Tal y como vaticinaban las previsiones, durante la tarde de ayer se produjo un leve repunte en el caudal del Arga a su paso por la capital navarra, que alcanzó los 200 m3/s frente a los 141 m3/s que se registraban a primera hora de la mañana, pero muy lejos del caudal que alcanzó el martes, cuando en su punto máximo llegó a los 435 m3/s.
Las aguas del río Arga volvieron a discurrir por su cauce y todos los viales permanecieron abiertos, tanto al tráfico rodado como al peatonal, después de las labores de limpieza realizadas a lo largo del día. Dado que la previsión indica que las precipitaciones disminuirán hoy, no se esperan nuevos problemas a corto plazo en la ciudad. También ayer se restableció el suministro eléctrico en las localidades que sufrieron averías, y solo quedaban abonados aislados sin servicio en el Valle de Aezkoa.
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