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“Las mordeduras de víboras son más habituales en Navarra de lo que la gente se piensa”

El médico Iñaki Santiago asegura que “la mayoría no reviste especial gravedad”

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PAMPLONA - Al contrario de lo que pudiera pensarse, “las mordeduras de víboras son más habituales en Navarra de lo que la gente se piensa. La mayoría, sin embargo, no reviste especial gravedad, aunque suelen requerir de tratamiento médico”. Así lo asegura el doctor Iñaki Santiago, médico adjunto del Servicio de Urgencias del Complejo Hospitalario de Navarra (CHN), quien el domingo atendió al excursionista que sufrió la mordedura de una víbora cuando paseaba por la Selva de Irati, en Ochagavía.

Esta persona, un vecino de Madrid de 44 años de edad, recibió ayer el alta hospitalaria tras permanecer ingresado en observación. “Estaba dando un paseo por la Selva del Irati y echó la mano a una cosa que vio que le llamó la atención. Era una víbora que le mordió en el dedo. Al principio tenía mucho dolor, se le inflamó la mano y sus familiares dieron la voz de alarma”, relata Santiago. El hombre fue trasladado en helicóptero al Complejo Hospitalario de Navarra, en Pamplona, después de serle administrado el suero antiofídico.

No fue la única incidencia de este tipo que atendieron el domingo en el Servicio de Urgencias del CHN, según explica Iñaki Santiago, ya que otra persona que había sido mordida dos días atrás por otra víbora también acudió a recibir asistencia. “Todos los años, empezando la época de primavera y verano, vemos picaduras en centros de salud y hospitales. Estamos en una zona donde la víbora es autóctona. En los trigales de la Comarca de Pamplona seguro que hay víboras y cualquiera que va paseando puede sufrir un percance. Las picaduras de víboras en Navarra son más habituales de lo que la gente pueda pensar”, señala este especialista.

consejo: no tocar Santiago recuerda que “las víboras normalmente no atacan, sino que se defienden de lo que consideran una agresión. Por eso la principal recomendación es evitar coger en el campo nada que no sepamos lo que es. Y, por supuesto, ante cualquier picadura o mordedura hay que acudir siempre a un centro sanitario para valoración”.

En este sentido, las mordeduras de víbora se clasifican médicamente en cuatro grados, de menor a mayor gravedad: “las que no tiene reacción, que son la mayoría; aquellas en las que se produce la hinchazón de la mano o del brazo, que tratamos a base de corticoides, estamínicos y suero antiofídico; y a partir de ahí las más graves, que son las picaduras que se producen en la cara, cuello y que por lo tanto pueden afectar a vías respiratorias”, enumera Iñaki Santiago, que advierte que en “la mayoría de las veces, sin tratamiento médico, la evolución del veneno cesa porque las víboras que tenemos aquí no tienen un veneno tan potente como en otros lugares, como Suiza”.

El médico adjunto de Urgencias indica que “el suero antiofídico no es barato y no es frecuente tenerlo en un centro hospitalario, pero aquí es necesario porque en nuestro entorno hay víboras. No obstante, lo aplicamos pocas veces en función de una serie de parámetros médicos. Es muy efectivo y no tiene apenas contraindicaciones. Es muy seguro y fiable”, recalca.

sin fallecimientos A pesar de no constar antecedentes de fallecimientos por mordedura de víbora en Navarra, Santiago no le resta importancia a este tipo de sucesos. “Pueden darse casos de fallecimiento porque una picadura de víbora no está exento de ese riesgo. Sí que es cierto que hacen falta unas condiciones de base para que una mordedura de este tipo revista esa gravedad, por ejemplo, casos de personas diabéticas, con problemas de corazón, con mala reacción al veneno de víbora, etc”.

Junto a la víbora áspid, el otro animal venenoso que provoca atenciones sanitarias “frecuentes” en la Comunidad Foral es el escorpión o alacrán, que tiene una especial incidencia en la zona de la Ribera, y cuya picadura “puede provocar reacciones más o menos similares a las de la víbora. El cuadro clínico es muy parecido, ya que el veneno provoca dolores e hinchazón del miembro afectado”, confirma Iñaki Santiago.

Descripción. Los adultos tienen una longitud de al menos 60 centímetros. Los machos alcanzan hasta 85 y las hembras, un máximo de 75.

Hábitat. Prefiere áreas cálidas con buena exposición al sol, vegetación estructurada y suelos relativamente secos. En Navarra, en el Norte y Zona Media.

Veneno. La mordedura es muy dolorosa y hay que acudir a un médico para que realice el tratamiento correcto, y si fuese necesario, aplique un antiveneno.