"Eres mi víctima número ocho, contigo cruzaré fronteras". Fue una de las expresiones que publicó el hombre de 30 años ahora detenido por inducir a una menor de 16 años de Jaén a que abandonara su domicilio familiar y huyera con él a Francia. Afortunadamente, fue interceptado antes de lograrlo por la Policía Nacional de Irun, cuyos agentes lo arrestaron, al tiempo que devolvieron a la menor a su hogar.

Todo pudo comenzar como un juego. Una conversación en un chat de un conocido videojuego, "muy popular entre los menores", alertan desde la Delegación del Gobierno en el País Vasco. Pero la relación fue a más, hasta el punto de que el hombre que contacto con ella, 14 años mayor, logró ganarse su confianza y fue a verla a Jaén.

Regalos y aislamiento

Luego vinieron los regalos y el dinero. Hasta 200 euros en efectivo para "demostrarle que iba en serio". Y caló en la menor, que en una nueva visita decidió dar el paso que le requería y abandonar a su familia para acompañarle a Francia.

Pero no era la primera. Él mismo se delató en las redes sociales con comentarios como "Eres mi víctima número ocho, contigo cruzaré fronteras". Un extremo que la Policía ha podido comprobar: se trata de "un modo de actuar por parte del este varón habitual y que ya la habría utilizado con otras menores con anterioridad".

Para cuando ella se decidió ya había conseguido aislarla de sus amigos, incluso los virtuales, haciendo que eliminara todos los contactos, una actitud motivada, según creen los investigadores, "por la diferencia de edad y la inmadurez de ella". El varón llegó a manifestar a la menor que “con dinero puedo hacer cualquier cosa, tengo varios contactos para secuestrar a cualquiera”.

Con la familia del detenido

La familia interpuso la correspondiente denuncia ante la Policía y se activó a la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría de Irun. Las pesquisas llevan hasta la familia del detenido, a quienes se les explican los hechos y son estos quienes hacen entrega de la menor, que pudo regresar con su familia.

Finalmente, el 3 de octubre se localizó y detuvo al varón como "presunto autor de un delito de inducción al abandono del domicilio familiar, quien fue puesto a disposición judicial tras la finalización de las diligencias".

Esta historia tuvo final feliz. Pero no siempre es así, por eso desde la Policía insisten en retrasar lo máximo la entrega del móvil, hacer uso de aplicaciones de control parental y "enseñarles a mantener los perfiles de las redes sociales privados y bloquear a quienes les incomoden".