Roba joyas valoradas en 13.000 euros y pierde parte del botín en la huida
El ladrón perdió dos colgantes valorados en 3.000 euros, que fueron recogidos por un particular ajeno a la trama y entregados a la joyería
Un hombre de 38 años ha sido detenido por la Policía Nacional por el robo de unas joyas valoradas en casi 13.000 euros en un centro comercial en Marbella, después de que emprendiera una huida a la carrera y perdiera parte del botín en la persecución.
El robo tuvo lugar la tarde del pasado domingo 21 de diciembre en una joyería a la que el hombre entró aparentando ser un cliente más, según una empleada del establecimiento, y el presunto autor fue arrestado en una obra cercana.
La investigación apunta a que el hombre aprovechó que atendían a otras personas para aproximarse al escaparate y forzar, disimuladamente, la vitrina expositora y apoderarse de cuatro gargantillas de oro, ha informado este viernes la Policía Nacional en un comunicado.
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La maniobra de sustracción no pasó desapercibida para un tercero, que avisó a la empleada del local, la cual activó la señal de alarma para avisar a la seguridad privada de la galería comercial y a la propia Policía.
Perdió dos collares de oro valorados en 3.000 euros
Al hombre, que emprendió la huida a la carrera, se le cayó parte del botín en su 'sprint' por la gran superficie comercial, en concreto dos colgantes de oro valorados en 3.000 euros, que fueron recogidos del suelo por un particular ajeno a la trama y entregados a la responsable del establecimiento.
Los vigilantes de seguridad persiguieron al delincuente, que llegó a arrojar un destornillador contra uno de ellos al intentar darle alcance en el exterior de la galería.
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Con la información aportada del autor, que portaba una mochila roja, y la ruta de huida, dos patrullas de la Policía Nacional cercaron el perímetro de la gran superficie comercial.
El intruso se había introducido en una obra en las proximidades del centro comercial para intentar escapar de los agentes, aunque sin éxito, ya que fue detenido agazapado en una esquina.
Entre sus pertenencias figuraba una palanqueta y tres piezas de oro: dos colgantes valorados en 10.000 euros, aún con la etiqueta de la joyería y una pulsera con diamantes cuyo origen se investiga, ya que no pertenece a este establecimiento.
Los agentes devolvieron al negocio las piezas que le pertenecían, al mismo tiempo que la empleada les mostraba cómo los raíles del escaparate habían quedado dañados -hace falta un imán especial para abrir las vitrinas-.