El día con la temperatura media más baja en Pamplona en los últimos 7 meses fue el 4 de noviembre, con 8,7 grados de media. Hay que remontarse hasta el 21 de abril para encontrar un día más frío, con 8 grados. Hoy las previsiones indican que esos 8,7 grados de hace más de dos semanas van a pasar a la historia y que, 20 días tarde, va a comenzar noviembre y, con él, todos vamos ya a deshojar la margarita de qué hacer o no hacer con nuestras calefacciones, temperaturas elegidas, tarifas, horarios, etc. Y es que nos llevan meses anunciando que la hostia que nos puede caer en la factura del gas puede ser bíblica y, por tanto, hay ya muchas familias que han tomado la decisión de, si cuentan con termostatos individuales, rebajar los grados a los que solían estar otros años, estableciendo un abanico más cercano a 19-20 grados que a 21-22. Los estudios afirman que vivimos en un país en el que se abusa tanto de la calefacción como de los aires acondicionados y que muchas calefacciones centrales calientan en exceso las casas, así como que muchos consumidores individuales, acostumbrados al calor del verano, encajamos mal la llegada del frío y en cuanto la temperatura de la casa baja de 22 sentimos que nos estamos pelando. No lo sé, imagino que algo de eso habrá, el caso es que las buenas temperaturas de octubre y noviembre han hecho retrasar la decisión a la inmensa mayoría y es partir de hoy cuando sí o sí parece que entra para quedarse la climatología que toca y por tanto hay que poner en práctica lo que se haya decidido hacer, esa especie de guerra de guerrillas contra las tarifas, los grados, los horarios, los contratos y nuestros propios hábitos que ya llevamos algún tiempo utilizando con el tema de la luz y sus horas punta, valle y llano. Suerte y confort a todos con lo que hayáis elegido. Y agilidad del gobierno para ayudar sí o sí a quien ni siquiera puede elegir.