Tras soltar todos los nervios con unos fuertes gritos y abrazarse a Martinot-Lagarde ya sabiéndose campeón de Europa, lo primero que hizo Asier Martínez fue buscar a su gran amigo Quique Llopis (Bellereguard, Valencia, 15/10/2000). El atleta del Gandía Alpesa acabó séptimo la final, condicionado desde la segunda valla por un toque con el francés Zhoya.
Llopis, subcampeón de España, corrió por la calle seis gracias a su marca personal en la semifinal (13.30). Desvela que “fue una pasada” compartir la final con el navarro, al que le une una gran amistad desde hace años y por su oro se alegró “muchísimo” y añade: “Es historia lo que está haciendo”.
¿Cómo se encuentra tras la experiencia del Europeo?
–Por mi parte estoy contento con las semifinales. En la final tuve un pequeño problema con un compañero en la segunda valla y no pude seguir corriendo. Por otra parte, muy contento con todo lo que ha hecho Asier. Al final es historia lo que está haciendo. Es muy buen amigo mío y me alegro muchísimo.
¿Cuáles eran sus expectativas?
–Sabía que estaba muy bien. Las dos semanas después del Mundial me vinieron muy bien. Esta temporada tuve unos problemas físicos y me ha costado mucho encontrar el estado de forma. En las semifinales ya se vio que marqué un tiempo muy bueno. Salí a la final con muchas ganas de haberme encontrado muy bien. Pasó lo que pasó y ya está. Ahora unas vacaciones para descansar y el año que viene más.
¿Cómo fueron los días previos?
–Muy tranquilos, sin entrenar mucho. El trabajo ya está hecho. Hay que descansar y activar el cuerpo. Con Asier me lo paso muy bien en todos los campeonatos. Disfrutamos mucho juntos. Tenemos una relación de hace muchos años ya.
“Tuve un toque en la segunda valla y me quedé aturdido; en meta no sabía qué había pasado, luego vi el marcador y me alegré muchísimo”
Usted llegó a la final con marca personal y Asier con solvencia también. Las sensaciones eran muy buenas.
–En la semifinal me encontré bien, cómodo y las dos últimas vallas no forcé. Estábamos los dos en la final, obviamente Asier con las posibilidades de hacer lo que ha hecho. Yo me encontraba bien para dar la talla. Al final no salió todo perfecto, pero por una parte sí que salió muy bien.
En esas casi dos horas entre semifinales y final, ¿qué hicieron?
–Ir a los servicios médicos, contarles qué tal estabas, las sensaciones y hablar con los fisios por si necesitábamos algo. Había que relajarse después de la semifinal y luego nos motivamos mutuamente para la final.
¿Cómo vivió la final?
–Tengo un recuerdo un poco raro. Salí, tuve un toque en la segunda valla con un compañero y me quedé aturdido. Veía que no podía seguir corriendo al ritmo que iba. Acabé la carrera por acabar. Luego entré en meta y no sabía qué había pasado. Vi el marcador y me alegré muchísimo y fui a darle un abrazo. Fue una pasada por esa parte.
En la retransmisión se ve cómo Asier, segundos después de enterarse que era el campeón de Europa, le llama al grito de “Quique, Quique”. ¿Qué hablaron ahí?
–Yo entré en meta desorientado, en el sentido de qué no sabía qué había pasado. Imagínate después de quedar campeón de Europa, Asier me vio que había entrado detrás y lo primero que pensó fue llamarme y preguntarme cómo estaba. Ahí se ve la amistad que tenemos.
Es una prueba de que la relación con Asier es muy buena.
–Acababa de quedar campeón de Europa y lo primero que se le pasa por la cabeza es preguntarme cómo estaba y qué había pasado. Yo le dije que no pensase en eso y que disfrutase el momento, que era lo que tenía que hacer.
¿Cómo ha sido compartir su primera final europea con Asier?
–Sinceramente, fue una pasada pasar a la final habiendo ganado cada uno su semifinal, estar ahí contra los franceses básicamente, porque tienen muchísimo nivel en vallas. Era una pasada estar compartiendo esos momentos con él.
“Fue una pasada pasar a la final habiendo ganado cada uno su semifinal; con Asier me lo paso muy bien, disfrutamos mucho en los campeonatos”
¿Qué posibilidades veía a Asier de quedar campeón?
–La verdad que muchas, obviamente siempre teniendo en cuenta que son vallas y en un segundo se te puede ir la carrera. Pero sabiendo cómo es Asier, que es un competidor espectacular, y además en el estado de forma que llegaba. Con los entrenamientos que le había visto antes del Europeo sabía que llegaba como un tiro. Pascal (Martinot-Lagarde) apretó bastante al final y tiene muchísima experiencia pero siempre con la confianza de que Asier iba a estar ahí.
Han pasado ya un par de días ¿Han asimilado ya un poco todo lo que ha ocurrido?
–Sobre todo hemos celebrado, lo hemos pasado muy bien. Siempre hay que celebrar el hecho de que ha sido campeón de Europa, es algo histórico y todavía más en esta prueba.
Asier Martínez, Orlando Ortega y usted están protagonizando unos duelos de mucho nivel. Quedan páginas por escribir en estas rivalidades.
–Los 110 metros vallas es una prueba que nunca ha sido la más fuerte a nivel nacional. El hecho de que esté ahora mismo a este nivel es espectacular. Es algo que yo nunca pensaba que iba a llegar.
