La selección española –con la navarra Lysa Tchaptchet en sus filas– perdió su gran oportunidad para clasificarse para los cuartos de final del Mundial –y para poder luchar por estar en los Juegos Olímpicos– y necesitará un milagro mañana, en la última jornada de la Ronda Principal, para avanzar en la competición.

En concreto, le hará falta ganar por al menos 4 goles ante la temible selección de Países Bajos o sumar en ese partido más puntos que la República Checa ante Brasil.

Dos escenarios casi milagrosos a la vista de lo sucedido ayer ante las checas, un 30-22 que reflejó la superioridad de un conjunto que, liderado en defensa por la portera Petra Kudlackova y en ataque por la lateral Marketa Jerabkova, autora de 9 dianas, desarboló por completo a las Guerreras.

Consciente de la superioridad física del conjunto checo, el preparador español, Ambros Martín, trató de dotar de la máxima velocidad al juego español. Una apuesta que en la primera parte funcionó bien en defensa pero no tuvo los mismos resultados en ataque. A falta de una amenaza creíble en el lanzamiento español, el único camino al gol para las Guerreras eran las conexiones con las pivotes Lysa Tchaptchet y Kaba Gassama, que estuvieron perfectamente controladas en todo momento por un férreo 6/0.

Un problema al que se unió la incapacidad del equipo español para hacer llegar el balón con ventaja a las extremos, su otro habitual camino hacia el gol.

Y cuando España logró encontrar la manera de superar a la defensa checa, las de Ambros Martín se empeñaron en estrellarse una y otra vez con la guardameta Petra Kudlackova, que cerró la primera parada con diez intervenciones.

Si en ataque estático la intensidad defensiva de jugadoras como Maitane Etxeberria o Paula Arcos había permitido a las Guerreras contrarrestar un poco la fortaleza de las lanzadoras checas, a campo abierto y en carrera nada pudo hacer la defensa española.

Una circunstancia que llevó a España de perder por tan sólo un tanto (9-8) a menos de ocho minutos para la conclusión del primer tiempo a encontrarse con una desventaja de cinco (13-8) tras encajar un parcial de 4-0.

Un anticipo de lo que ocurrió en el arranque de la segunda mitad, en el que las Guerreras se condenaron irremediablemente a la derrota al encajar un parcial de 6-2 que elevó la renta del conjunto checo hasta las ocho dianas (19-11).

Ambros Martín arriesgó el todo por el todo con continuos cambios de jugadoras y defensas, incluida una individual por todo el campo aprovechando una superioridad numérica, que alimentaron por momentos la esperanza de una remontada. Aferrada a la efectividad de Paulina Pérez, España llegó a situarse a tan sólo cuatro tantos (19-15) a falta de más de 18 minutos para la conclusión, pero fue el canto del cisne, porque en defensa las de Ambros Martín volvieron a mostrar numerosas lagunas no sólo ya a la hora de controlar las veloces transiciones del equipo checo, sino también en estático, ante la lanzadora Marketa Jerabkova. Cañonazos que condenaron al conjunto español a una dura derrota.

República Checa 30

España 22

REPÚBLICA CHECA Kudlackova; Zachova (2), Sustackova (2), Jerabkova (9), Cholevova (8), Mala (7) y Jestribkova –siete inicial–, Novotna (ps), Striskova, Desortova, Stellnerova, Kuxova (1), Julie Frankova (1), Anna Frankova, Dresslerova y Kovarova.

ESPAÑA Zoqbi; Paulina Pérez (6, 5p), Etxeberria (1), Lysa Tchaptchet, Lara González, Arcos (3) y Sole López (4) –siete inicial–, Castellanos (ps), Marta López (3), Campos (1), Arderius (1p), Somaza (1), González de Garibay, So Delgado, Gassama (2) y Alicia Fernández.

Marcador cada 5 minutos 1-1, 5-3, 7-5, 8-6, 9-8, 13-9; 17-11, 19-13, 20-16, 23-17, 27-19 y 30-22.

Árbitros Hansen y Madsen (Dinamarca). Excluyeron dos minutos a las checas Dresslerova y Mala.

Pabellón Arena Nord de Fredrikshavn (Dinamarca).