Las sagas familiares, especialmente aquellas con un alto grado de disfuncionalidad, en las que el dinero, la lucha por el poder y sus buenas dosis de corrupción hacen que los puñales vuelen entre los personajes, siempre han contado con el favor de los espectadores. Si hay un claro ejemplo de este tipo en las últimas temporadas televisivas, ese es el de la familia Roy en Succession, la serie de HBO que acaba de estrenar su cuarta y última temporada.

La historia del magnate de los medios de comunicación y el entretenimiento Logan Roy (Brian Cox), dueño de un imperio construido desde la nada y que se enfrenta a una precaria salud y sus tres hijos, ansiosos por hacerse con el control desbancando a un progenitor muy duro de batir, ha conseguido 13 premios Emmy (el de Mejor serie dramática incluido) de las 48 nominaciones recibidas.

Ansiado desenlace

Para los seguidores de la serie, que son legión, el anuncio de que Succession terminaría con una cuarta temporada supuso una decepción que ahora tratan de paliar con el estreno de los últimos episodios. Que irán, por cierto, llegando semana a semana hasta finales del próximo mes de mayo.

La tercera temporada concluyó con una maniobra más del patriarca del clan Roy para dejar el control de su empresa al CEO de una joven empresa tecnológica con el consiguiente desespero de sus hijos que, siempre enfrentados entre ellos, deciden hacer frente común.

Kendall (Jeremy Strong), Siobhan (Sarah Snook), Roman (Kieran Culkin) y Connor (Alan Ruck), con la presión de anticipar cómo afectará ese trato a sus vidas, tratan de pasar a la acción en una temporada que comienza de la misma manera como lo hizo la serie, con el cumpleaños de Logan.

Alabanzas

Todo un guiño para cerrar de la mejor de las maneras una serie que, al terminar en lo más alto, hay quien considera que entrará a formar parte del catálogo de series consideradas como “de culto”. Tras ver los primeros episodios, en publicaciones especializadas se ha afirmado, en torno a esta cuarta y última temporada de Succession, que “cuenta una historia más cohesionada que nunca, con todos los hilos entrelazándose bien. El resultado es una temporada que es incluso más atractiva y efectiva que sus predecesoras, dejándote pendiente de cada palabra y con diálogos cada vez más ágiles e inteligentes”.

Se admiten apuestas sobre el posible desenlace. Un Logan Roy manteniéndose en el trono y unos hijos defenestrados y humillados; una esposa y una exmujer saliendo muy bien paradas; o Greg, el primo al que todos desprecian, y que sea el elegido por el patriarca como venganza.