a inefable historia de la tele atesora en su recorrido personajes, programas y anécdotas que enriquecen la dimensión social del más poderoso medio de comunicación. En los contenidos de la tele, sobresalen de forma brillante los que denominamos de infoservicio, información de carreteras y vialidad por un lado y meteorología y tiempo por otro. Son informaciones útiles que los ciudadanos tienen en cuenta para sus planes de organización y vida diaria.

El medio televisivo ha desarrollado modos peculiares de informar, y entre los numerosos /as presentadoras que le han dado sabor a la tele, están los nombre propios de la información del tiempo. Desde aquellos partes meteorológicos del archipopular Mariano Medina hasta el abanico actual de profesionales del tiempo, que todos los medios, miman y cuidan como producto de calidad en su propuestas mediática, los comunicadores de temperaturas, vientos, isobaras y otras zarandajas climáticas y meteorológicas son arca definidora del estilo de cada empresa.

Ellos, y sobre todo, ellas han acaparado la información del tiempo, y cada uno ha buscado su personalidad y singularidad en el decir, el vestir, el moverse ante cámara, en ese cotidiano ejercicio de decir y repetir los mensajes informativos de tormentas, huracanes, ciclones, meteos tropicales y otros variados fenómenos que pueden afectar a nuestros diarios quehaceres.

Estos profesionales crean unas relaciones empáticas con las audiencias, que las hacen necesarias en la construcción de los relatos que ofrecen la información del tiempo. Las teles de modo sobresaliente han sabido satisfacer las demandas del personal sobre qué tiempo va a hacer hoy, y mañana, y pasado. Un acierto informativo.

Estos profesionales crean unas relaciones empáticas con las audiencias de las cadenas