La escultura es un arte que está vivo y tiene mucho que decir. Es algo que se palpa en la primera planta del Pabellón de Mixtos de la Ciudadela, que acoge desde ayer una gran y diversa muestra que toma el pulso a la creación escultórica vasco-navarra, a través de obras de 81 creadores y creadoras en activo, 24 navarros entre ellos, del colectivo Eskuahaldunak-Azken Muga.
Hasta el 11 de septiembre puede recorrerse esta amplia, nutrida y plural propuesta concebida en el marco de los Encuentros 2022 Escultura de la citada asociación de escultores de Euskal Herria. La exposición se engloba en el programa Encuentros 2022, cuando se cumplen cincuenta años de los llamados Encuentros de Pamplona del 72, un festival de vanguardia internacional que dio protagonismo en la capital navarra a las tendencias más experimentales y minoritarias desde la óptica de la interacción entre artistas y público.
La exposición refleja sobre todo la diversidad que caracteriza a la escultura que se cultiva ahora en el ámbito vasco-navarro. Así, conviven en ella múltiples técnicas y materiales que dan como resultado un completo recorrido por la producción más reciente del colectivo, con piezas de este año y alguna anterior, para evocar y recrear el espíritu vanguardista del festival del 72 y dejar patente la pujanza actual de la escultura.
“Un arte que llevaba un camino descendente en cuanto a importancia. Que vivió muy buen momento en los años 70 y 80 pero a partir de los 90, con el mundo digital, ha ido perdiendo mucha influencia hasta tal punto que se ha puesto en tela de juicio su continuidad, y esto es grave porque es el sector que más ha representado a este país fuera. Decir que eres un escultor vasco o navarro tiene su importancia”, reflexionaba ayer en la presentación de la muestra Guillermo Olmo, uno de los escultores participantes en la misma y coordinador del movimiento que está generando Euskuahaldunak-Azken Muga y que tuvo su germen en el festival Azken Muga que se celebró en plena naturaleza en Azkarate entre los pasados meses de agosto y septiembre. “Allí se hizo una pequeña exposición y vimos que teníamos un tesoro que había que seguir difundiendo y expandiendo”, comenta Javier Pérez, escultor participante en la exposición de Mixtos y coordinador del colectivo de artistas navarros en Azken Muga.
Todo tipo de materiales, desde los más tradicionales como la madera, la piedra o el hierro, hasta la fibra de vidrio y el aluminio, pasando por nieve de la montaña, se han empleado para concebir las obras que lucen en el recorrido que puede disfrutarse en esta nueva cita expositiva de Ciudadela. Esta heterogeneidad también se da en la edad de los autores, entre los que se encuentran creadores jóvenes, como Irene Zarranz, y más veteranos, como Vicente Larrea, quien participó hace cinco décadas en la exposición de los encuentros originales Arte vasco actual que acogió el Museo de Navarra.
Diferentes generaciones, materiales y formas artísticas que reflejan la evolución y cómo se ha enriquecido la producción escultórica en los últimos años, también con la incorporación progresiva de las mujeres, aún minoritaria pero en constante incremento, conviven en esta muestra en la que la escultura es el punto de encuentro, el espacio común, la raíz de la que nacen unas obras tan diversas como sus creadores.
Mujeres escultoras
Una unión esperanzadora
En la exposición está presente el arte de 15 mujeres escultoras. Irene Zarranz, natural de Villava/Atarrabia, es una de ellas. “Las mujeres escultoras hemos sentido recientemente la necesidad de juntarnos; en otras épocas no se nos ha difundido tanto, y es importante y esperanzador promover nuestra obra y crear sinergias en este sentido”, decía ayer en la presentación de la muestra de Mixtos. “Históricamente no hay mucho colectivo en cuanto a arte, por eso movimientos como éste que surgió de aquel encuentro en el bosque son valiosos”, añade Zarranz, quien a principios de septiembre realizará un acción artística de mapping en el marco de la exposición de Ciudadela.
Será una de las actividades paralelas que enriquecerán la muestra y que se detallarán próximamente. Según se avanzó ayer, otra de esas actividades consistirá en una charla que se centrará en analizar el momento actual de la escultura.
Amaia Conde, escultora bilbaína también participante en la exposición, defiende que “la escultura no es un arte de hombres como a veces se hace ver. Las mujeres también tenemos la fuerza para manejar determinadas máquinas y herramientas y crear obras en este lenguaje”. Y así se hace evidente en la primera planta de Mixtos.
El reto
Ser visibles y salir a otros países de Europa
El colectivo Eskuahaldunak-Azken Muga, abierto a nuevas incorporaciones de creadores de la escultura, se ha propuesto “visibilizar” este arte, y en un año ha llevado a cabo ya diez exposiciones –actualmente, en paralelo a la de Ciudadela, tiene abiertas otras dos, en Tolosa y en Estella/Lizarra–.
“Cada uno y cada una estábamos metidos en nuestro taller, y hemos dado el primer paso: conocernos y empezar a autoorganizarnos. Ahora hace falta que las instituciones nos tomen en serio, que nos apoyen, y también los medios de comunicación, para tener posibilidades de difusión y de salir fuera, a Europa, a nutrirnos de la relación con artistas de otros países. Porque entendemos que algo tan estático como puede ser la escultura quizá no sea el mejor formato en un mundo con tantas prisas, pero representa muy bien el sentir de nuestro pueblo, y puede aportar mucho si se integra en la educación de las futuras generaciones”, defiende el colectivo. l
En corto
Qué. Arte de escultores y escultoras del colectivo Eskuahaldunak-Azken Muga, creado hace un año en un encuentro artístico en la naturaleza de Azkarate y que está dando pasos por la visibilización de este arte.
Dónde. Primera planta del Pabellón de Mixtos de la Ciudadela.
Cuándo. Hasta el próximo 11 de septiembre, de martes a sábado de 11.30 a 13.30 y de 18.00 a 20.30 horas; domingos y festivos, solo en horario de mañana, de 11.30 a 13.30 horas, y los lunes la exposición permanecerá cerrada.
