Vienen a presentar Luna llena, un disco en el que incluyen otros estilos como el rock, la electrónica o el reguetón.

Siempre nos hemos atrevido con sonidos nuevos, nunca nos hemos casado con un estilo concreto, aunque todo lo que hacemos parece que tiene una esencia muy determinada. No sonamos a rock ni a electrónica ni a reguetón, sino que es una mezcla con nuestro sonido, y por suerte la gente es muy tolerante y lo está entendiendo muy bien, estamos muy contentos por ello.

Las letras mantienen el estilo de barrio, cierto toque macarra, pero están ganando peso las más intimistas.

– Sí, buscamos el equilibrio. No siempre nos sentimos igual, atravesamos distintos estados de ánimo y eso se ve reflejado en nuestras canciones. Algunas son más de vacilar y otras son más introspectivas. Quizás con el paso de los años hay algunas más serias, más sobrias, más reflexivas, pero sin dejar de lado el macarreo (risas).

¿Qué resulta más gratificante, escribir una letra de las de vacilar, o una como Tenías razón, del último disco?

Con Tenías razón has puesto un buen ejemplo, uno se siente muy realizado cuando hace una canción tan íntima, tan de dentro y tan honesta. Eso es lo que consigue despertar ciertos sentimientos en el oyente que a lo mejor otras no consiguen. Se puede vacilar, es divertido y nos gusta, pero cuando te abres en canal es cuando llegas al corazón.

Prueba de que llegan al corazón es que han agotado dos veces las entradas para el Wizink Center.

Es una pasada. Nos daba vértigo; sacamos las entradas como con un año de antelación y el primer día se vendió el 90 %, y al tercero se agotó. Abrimos una segunda fecha para la que también está todo vendido. Es la plaza más emblemática, y más en nuestro caso, que somos de Madrid. Es un hito en nuestra carrera y en el rap en general, y también entra en juego el factor emocional: estamos con nuestra gente, con nuestros amigos, las personas que nos importan… Eso también le da un toque muy especial.

¿Se sienten cómodos en un festival como el Iruña Rock, rodeados de grupos de rock y de punk?

– Sí, encajamos perfectamente. Nuestra manera de comportarnos tiene un poco de esencia punk, aunque no lo reflejemos especialmente en las letras, pero venimos de ahí. Nos hemos criado con grupos de punk y de punk rock, hemos escuchado mucho a los grupos del norte y de hecho tenemos amistad con algunos. Nos sentimos en nuestra salsa.

Esa simbiosis entre su hip hop y el rock se ve en vuestro último disco, que hacen una colaboración con un navarro ilustre, Kutxi Romero.

– Sí. A los dos nos gusta bastante Marea, pero yo (Waor) soy fan de toda la puta vida. Esa canción, a nivel emocional, es todo un hito, un sueño cumplido. Estamos muy agradecidos a Kutxi por la buena predisposición que tuvo. Además se vino al concierto de Madrid, que no tenía ninguna necesidad, y con lo que sé que le cuesta salir de Berriozar… Pero el tío se vino a hacer la colaboración, nos daba las gracias… Nosotros sí que estamos agradecidos por haber podido hacer esta canción y por haber compartido esos ratos.

¿Se repetirá la colaboración en el Iruña Rock?

– Solo diré a la gente que vaya al concierto y allí lo descubrirá (risas).