Casi sin ser consciente de ello, Mikel Muruzabal (Pamplona, 1977) tuvo la necesidad de hacer algo con los sentimientos de “inmovilidad y frustración” que saturan nuestro tiempo desde la crisis de 2008, que se acentuaron con la pandemia y que se avivan hoy con continuas guerras como las de Ucrania y Palestina.

“Arrastramos años difíciles”, dice el fotógrafo pamplonés, reflexionando sobre el sentido de su serie Entre Muros y Deseos, que luce hasta el 30 de septiembre en el hall del Hotel Maisonnave.

Un proyecto de 8 fotografías impresas sobre aluminio con el que se cierra el Ciclo de Arte Nuevo de 2023/2024, una programación que cumple ya diez años en los que se ha programado de forma ininterrumpida más de 25 proyectos artísticos de creadoras y creadores navarros, nacionales e internacionales en un espacio cuya filosofía es hacer el arte más accesible a las personas e incidir en la cultura de la ciudad.

Una respuesta a la era post-COVID

Muruzabal reflexiona desde una perspectiva a la vez introspectiva y desafiante acerca de las barreras que enfrentamos y los deseos que nos mantienen en pie. Capturando la figura de una mujer literalmente atrapada en bloques de hormigón, esta serie examina la imposibilidad de movimiento y la sed insaciable de libertad.

“Lo bonito de la fotografía está en que sugiere, y el espectador completa el resto”

Mikel Muruzabal - Fotógrafo

El vaso de agua, símbolo de necesidades básicas no satisfechas, complementa cada imagen, subrayando la distancia entre la realidad y nuestros anhelos. Entre Muros y Deseos nace en respuesta a la era post-COVID y los conflictos como las guerras en Ucrania y Palestina, ofreciendo un reflejo perturbador de la inmovilidad y la frustración que saturan nuestro tiempo.

“Parece que asumimos toda injusticia y dificultad, las vamos sumando y sumando, y parece que no tenemos fin a la hora de aguantar”, dice el fotógrafo. Estamos, como la mujer de su serie, atrapados en la red-trampa de un sistema que nos quita libertad. “Metidos en cemento, y con una sed que no podemos saciar; no podemos conseguir lo que queremos o lo que necesitamos”, apunta el autor.

Dos visitantes contemplan una de las fotografías de la serie 'Entre Muros y Deseos'. Iban Aguinaga

La fotografía hoy

Fotógrafo profesional con una larga y reconocida trayectoria en publicidad para grandes marcas que combina con proyectos más personales y artísticos que se mueven entre el paisaje arquitectónico y el retrato conceptual, Muruzabal asegura que, ante la saturación de imágenes y vídeos cortos que nos bombardean con aceleración, muchos días piensa “que la fotografía está muerta; me da la sensación de que ya no es capaz de expresar algo y que la gente lo escuche”.

Aun así, él sigue apostando por cultivar este arte para “sugerir, eso es lo bonito de la fotografía; y que espectador complete el resto”.

El autor

Mikel Muruzabal trabaja a diario en la fotografía y CGI publicitarios para marcas nacionales e internacionales (Sanex, Lay's, Atlético de Madrid), y en su faceta más artística o personal se ha movido entre el paisaje arquitectónico, con trabajos sobre Berlín, Los Ángeles, Bilbao y Benidorm (este último galardonado con el premio Lux Oro) y el retrato conceptual.

La inmovilidad y la frustración hechas imagen. Iban Aguinaga

Otros premios en su haber son el Fuji ProMaster, y al que guarda más cariño, el premio Rincones de Pamplona, primer concurso al que se presentó y que le animó a dedicarse profesionalmente a la fotografía. Fue elegido entre 10 fotógrafos a nivel mundial para participar en TEN by Fotolia, una propuesta colaborativa entre fotógrafos y artistas digitales.

Su trabajo ha sido publicado en revistas y libros, principalmente de arquitectura (This Brutal Word, Phaidon) y ampliamente destacado en sitios web sobre creatividad y fotografía.