Según datos publicados por la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica, también conocida como AEDIVE, en España ya circulan casi medio millón de coches eléctricos e híbridos.

Una cifra que está obligando a las instituciones a tomar medidas para adecuarse a la necesidades de unos coches pensados para sustituir los vehículos de combustión. Una medida que responde al objetivo de la Unión Europea de alcanzar una economía neutra de carbono.

Además de instalar puntos de recarga de acceso público, también se deben habilitar plazas de aparcamiento para este tipo de vehículos. Unas plazas pensadas para el uso único y exclusivo de los coches eléctricos e híbridos. Son unos espacios creados para facilitar la recarga de los vehículos eléctricos e híbridos que deben utilizarse durante un tiempo limitado, o lo que es lo mismo, mientras dura la recarga.

De hecho, según el Reglamento General de Conductores, señal R-308, todos aquellos vehículos que no sean eléctricos tienen prohibido estacionar en estas plazas. Sin embargo, y de la misma manera que sucede con otras normativas y reglas, no siempre se cumplen. De ahí que sea habitual encontrar vehículos de combustión aparcados en estos espacios reservados.

¿Qué es el efecto 'icing'?

El efecto 'icing' hace referencia, nada más y nada menos que, a estacionar un coche con motor de combustión, ya sea diésel o gasolina, en una de las plazas reservadas para coches eléctricos e híbridos. Unas plazas de aparcamiento que, por lo general, suelen contar con puntos de recarga. El término 'icing' proviene del inglés Internal Combustion Engines (ICE), que hace referencia a motor de combustión interna.

Te puede interesar:

Una infracción para la que, por el momento, no existe una regulación genérica por parte de la Dirección General de Tráfico, popularmente conocida como la DGT, y que deben gestionar las ordenanzas municipales de cada ciudad. Según señalan los expertos, esta infracción puede acarrear multas de 200 euros.

Pero no solo eso, los vehículos eléctricos o híbridos pueden estacionar en este tipo de espacios siempre que quieran pero durante un periodo determinado de tiempo. En la línea con lo que se ha mencionado previamente, deben hacerlo durante un tiempo limitado, o lo que es lo mismo, durante el tiempo que dure la carga del vehículo. Según el Reglamento de Circulación y las ordenanzas municipales, las multas por aparcamiento indebido rondan entre los 100 y 200 euros.