La gira de reunión de Koma, celebrada en 2018, fue un éxito brutal: todos los recintos llenos, teniendo que repetir fechas en varias ciudades… ¿Esperaban una respuesta así?

Teníamos muchas ganas de tocar juntos, pero para nosotros fue una sorpresa tener tanto apoyo de la gente. No se habían olvidado de nosotros después de seis años. También teníamos ganas de volver con canciones nuevas, que es lo que estamos haciendo ahora.

¿Fue entonces, al ver que el público tenía ganas de Koma, cuando decidieron grabar un nuevo álbum?

Cuando empezamos a ensayar para esa gira, ya pensamos en hacer canciones nuevas. Para nosotros, un grupo que no hace canciones nuevas es un grupo embalsamado. Queríamos probar si nos salían los temas con facilidad, como en otros tiempos; ver si pillábamos esa excitación compositiva.

El último disco de canciones nuevas era de 2011. Después de tantos años sin componer juntos, ¿les resultó sencillo volver a hacerlo, fue un proceso fluido?

Al hacernos mayores, nos comprendemos mejor y nos llevamos mejor. Cuando nos separamos, teníamos problemas entre nosotros. Después de la gira, nos planteamos hacer música nueva y seguir hacia delante, y ha resultado sencillo hacerlo. Nos pusimos a componer y salieron todas seguidas, canciones que nos gustan y que queremos presentar en directo.

Salvo las baterías, que se han grabado en el estudio de Josu Erviti, el resto del disco se ha grabado en el estudio de Brigi.

Sí, tiene un estudio en casa, él ha hecho todo el trabajo. Los vecinos acabaron bastante hartos… ¡sobre todo de oírle cantar! (risas).

Imagino que así habrán podido dedicarle más tiempo hasta dejar las canciones justo como las querían, al no tener la presión de las fechas y el presupuesto que sí habría habido en un estudio convencional.

Claro, no había problemas de presupuesto porque lo estaba haciendo uno del grupo. Eso también tiene sus cosas negativas, porque estás encima de él. Pero bueno, le hemos dejado hacer las cosas libremente, ya sabe lo que hace con su equipo y cómo le gusta producir.

El disco mantiene la esencia de Koma, tanto en lo musical, con canciones bastante variadas, como en los textos, que siguen siendo críticos, ácidos e irónicos. ¿Cómo lo ven desde dentro del grupo?

Es un disco muy variado. En toda nuestra trayectoria, casi desde el principio ya empezamos a hacer cosas diferentes, no quisimos solo encasillarnos en un estilo determinado. Nos gusta música de muchos estilos. Al final, hacemos lo que nos sale en cada momento. En los discos se nota tu estado de ánimo y lo que has vivido en ese momento.

La canción que más puede sorprender es Palabras mágicas, una balada que muestra otro registro más melódico del grupo. ¿Cómo nace una canción así?

Brigi tenía varias ideas musicales y me dijo que quería hacer una canción más suave y más sentimental. Surgió así y nos emocionó en su momento. Nosotros hacemos canciones que nos gusten, por mucho que luego se nos pueda criticar.

Es el primer disco que auto editan, hasta ahora siempre habían trabajado con sellos. ¿Por qué han dado este paso?

GOR cerró, se jubilaron, y nos cedieron los derechos de los primeros discos, que los grabamos con ellos. Teníamos la intención de editarlos en vinilo, que lo haremos. Y ya puestos, decidimos que el nuevo también lo sacaríamos nosotros.

¿En los tiempos actuales ya no es tan necesario el papel de una discográfica?

Hombre, tiene un trabajo. Si lo haces tú, necesitas apoyarte en una distribuidora, contratar una promoción, hacer un vídeo… Tienes que invertir. La discográfica ya no es tan necesaria. Hoy en día, lo que más funciona es lo digital, Spotify y demás.

El disco lleva más de un mes en la calle. ¿Qué respuesta está teniendo por parte de sus seguidores?

De momento, muy buena. La gente que nos sigue desde el principio continúa ahí. También vemos gente nueva… Y luego siempre hay alguno al que no le hace gracia, porque le gustaría que hiciésemos el disco que él quiere que hagamos.

Me habla de público nuevo. ¿Ven caras nuevas entre sus seguidores, hay relevo generacional?

Sí, pero va costando, y cada vez más. No tienes más que ver a la juventud, que oye muchísimo reggaetón, es ya excesivo, una plaga. Pero sí hay público nuevo que quiere rock’n’roll.

Donde sí que cuesta conseguir ese relevo es en los grupos. Salen muchos, pero les cuesta alcanzar un cierto nivel de reconocimiento.

Sí. Cuando empezamos, las compañías apostaban por los grupos e invertían. Había una criba inicial. A veces les salía bien y a veces no, pero ponían sus esperanzas y su inversión en grupos nuevos. Ahora, todo el mundo hace sus grabaciones y las cuelga en Spotify, hace sus vídeos y los cuelga en Youtube… Hay tal avalancha que abruma, no te da tiempo a escuchar todo.

Sí, imagino que habrán notado la escena musical muy cambiada desde la primera época del grupo.

Claro. Antes había siempre una compañía detrás apoyando a los grupos. Había muchos grupos, pero como las compañías hacían su criba, no salían tantos. Primero hacías una maqueta, intentabas moverla… Si no conseguías una compañía, podías intentar la auto edición, pero era muy underground. Ahora, sin embargo, lo hace todo el mundo.

Lo que está yendo muy bien es la venta de entradas: están volviendo a llenar en muchas ciudades, repitiendo fechas…

Estamos muy contentos porque nos vamos a ver muy arropados en directo, que es lo que un grupo quiere.

Han anunciado una serie de fechas, pero supongo que luego continuarán.

Sí. Luego vendrán los festivales, fiestas, bodas, bautizos y entierros (risas). De momento hemos anunciado la gira inicial, las presentaciones del disco. Pero queremos hacer una gira larga. Todo lo larga que se pueda, mientras nos respete la salud, que ya no tenemos veinte años.

Me ha llamado la atención, para bien, el precio de las entradas, bastante contenidos para lo que se ve hoy en día.

Queremos que sean accesibles al mayor numero de gente posible. Que el que quiera, pueda. Estos grupos gigantes, que venden cientos de miles de entradas, AC DC, Metallica o grupos así, venden muchas más entradas que antes, cuando hicieron las canciones que les colocaron donde están. Es una moda, como si la gente creyera que se va a acabar el rock’n’roll. Antes se vendían muchísimos discos, eso ya no pasa, y el dinero que se sacaba de royalties se saca de las entradas.

Da la impresión de que Koma presume de un envidiable estado de salud. Parece que el título, esa ligera mejoría antes de la muerte, no es premonitorio.

No es premonitorio, no. Quiere decir que tenemos ganas de seguir, de luchar, de hacer música y de disfrutar con la gente.

O sea, que no tienen fecha de caducidad.

Eso es, no tenemos fecha de caducidad. Cuando acabemos la gira, pararemos para hacer canciones y grabar otro disco.