El navarro Jon Sanz, de 22 años, destaca por la agilidad y la velocidad de su juego. A pesar de ser zurdo, siempre juega en posición de drive, ocupando la parte derecha de la pista.

¿Cómo empezó en el pádel?

–Mis padres jugaban cuando era pequeño. Yo tendría unos 9 años y, por aquel entonces, jugaba al fútbol. Pero, a raíz de verles jugar a ellos, me dio curiosidad. Empecé a entrenar y lo compaginaba con el fútbol. Fue en ese momento cuando me di cuenta de que lo que realmente me gustaba era el pádel, así que empecé a tomármelo más en serio.

¿Cuáles han sido sus referentes?

–Desde el primer día han sido mis padres. Recuerdo que mi primer objetivo fue competir con mi padre y ganarle. A día de hoy, solemos hablarlo y me doy cuenta de que no era un objetivo tan complicado, pero era el que tenía de niño. Desde entonces, y con los años, Ignacio Santos, mi entrenador durante diez años en Navarra, se convirtió en mi segundo padre. Es la persona que más me ha ayudado, incluso ahora. Él me lo ha enseñado todo.

¿Cuál ha sido el proceso hasta llegar al Top 20?

– Hay mucha gente que no ve el trabajo y el sacrificio que hay detrás. Creo que todo deportista sabe que las cosas se consiguen con mucho esfuerzo. Pero, si tuviera que decir cómo he llegado sería gracias a creer en mí, en mi trabajo y en mis facultades para crecer. Al final, son muchos años de seguir hacia delante, teniendo en cuenta los momentos buenos y malos. Aprender a gestionar todo eso me ha ayudado a no estancarme.

Ahora que menciona el sacrificio, ¿cómo es su día a día entrenando?

–Siempre hago físico a la mañana una hora y cuarto, más o menos. Suele ser de 8 de la mañana a 9 y cuarto, que es cuando empiezo en pista hasta las 11. Hay días que esos horarios varían, porque doblo el turno de pádel o de físico, que pueden ser alrededor de tres horas y una hora y cuarto, respectivamente. Eso a las mañanas. Por la tarde suelo hacer ejercicios de movilidad o correr en el gimnasio para soltar las piernas. Sobre todo, la primera parte del día es entrenamiento y luego me centro más en recuperarme o en hablar con el psicólogo.

Aterrizando más en el presente, ¿qué ha significado para usted formar parte del World Padel Tour?

– Al empezar en el pádel, mi objetivo era jugar el circuito profesional. Cuando ya te metes dentro, no te das cuenta de lo que estás consiguiendo. Yo, personalmente, soy un jugador muy ambicioso y siempre quiero más. Jugar el WPT me lo he tomado como jugar en la Federación Navarra de Pádel. Para mí es un tengo que ir, porque es mi trabajo y donde están los mejores jugadores del mundo.

¿Cómo se sintió al saber que iba a ser la pareja de Galán en este Tour?

– Fue impactante. Que te llame el número uno es muy especial. Cuando me lo dijeron, lo valoré con mi equipo y vi que era una oportunidad que no debía dejar pasar. Lo sentí como un premio después de tantos años de esfuerzo. Poder jugar con él y llevarme ese aprendizaje es una suerte. Pocos tienen la oportunidad.

¿Alguna vez soñó o pensó en jugar con el número 1?

– La verdad que no. Nunca. Y menos a día de hoy. Soy consciente de que todavía me queda mucho recorrido y de que no soy un jugador que ahora mismo pueda competir con el primero de la lista, pero también pienso que si me ha llamado es por algo.

¿Cómo ha sido jugar con él?

– Por el momento, llevamos un torneo y esta semana estamos entrenando mañana y tarde. Pero, como le digo a mis padres, al final te das cuenta de que su pelota y la mía van a diferentes ritmos. Al principio, sí que es cierto que sentí presión, porquelos números del ránking mandan, e inconscientemente no puedes evitar ponerte nervioso. Es más, lo estás por muchas cosas, pero en ese momento también entra en juego la capacidad de cada uno para gestionar esas situaciones de la mejor manera posible y rendir al mejor nivel.

¿Diría que ha supuesto algún cambio personal y/o profesional el estar mano a mano con Galán?

– Al principio no teníamos mucha relación, pero al empezar a jugar juntos hemos hecho buenas migas. El único cambio que ha habido ha sido el del entrenador, porque yo ahora estoy en la academia M3 con él y con su equipo. Realmente, hay mucha química, y yo sigo haciendo lo mismo de siempre. Me ha dado buenos resultados.

Actualmente, ¿tiene algún plan u objetivo en mente?

– Ahora mismo estoy en el proyecto a corto plazo con Ale, intentando obtener los mejores resultados posibles para poder coger puntos. Esta etapa está siendo muy importante para mí. Si consigo buenos resultados quizás pueda conseguir mi objetivo de este año, meterme en el Master Final entre las ocho mejores parejas del mundo. No es una meta que esté lejos, pero todavía queda mucho año y hay que seguir manteniendo el nivel.