El de este año está siendo sin duda el Mundial de las sorpresas. El torneo, que se está disputando estos días en Filipinas, Japón e Indonesia, ha deparado resultados inesperados prácticamente en cada jornada de competición y la llegada de los cuartos de final ha dejado un cuadro inédito y muy diferente al visto cuatro años atrás en China.

El cambio en el panorama del baloncesto internacional, ya sea a causa de relevos generacionales, de tropiezos sorprendentes o de ausencias determinantes, es evidente. De hecho, ninguno de los cuatro semifinalistas de la última edición de 2019 –Argentina, Francia, España y Australia– ha conseguido ni siquiera clasificarse para los cuartos de final.

Argentina, vigente subcampeona del mundo, no logró el billete para la presente edición al ser eliminada en su casa contra la República Dominicana en los encuentros clasificatorios. Francia, que logró la medalla de bronce en 2019 y la plata en los Juegos Olímpicos de 2020, fue una de las decepciones de la primera fase al quedar eliminada y verse superada en su grupo por Canadá y la novata Letonia.

Letonia está siendo una de las protagonistas del Mundial en su primera participación. FIBA

Lo mismo le sucedió a España en la segunda fase. Llegó invicta, pero no fue capaz de defender su título de campeona del Mundo y cayó primero contra Letonia y finalmente contra Canadá ayer. Australia, cuarta en el último Mundial y bronce olímpico en 2020, tampoco pasó de la segunda fase al verse superada por Eslovenia y Alemania. 

Sorpresas de Lituania y Letonia

Los principales vencedores de lo que va de campeonato han sido sin duda los países bálticos, representados por una Lituania y una Letonia que no entraban en las quinielas de los expertos. Ambas selecciones están cuajando un campeonato fantásitco y estarán presentes en los cuartos de final.

La Lituania del baskonista Tadas Sedekerskis arrastraba las importantes bajas de su estrella Domantas Sabonis, Marius Grigonis o el exazulgrana Rokas Giedraitis, pero sin ellos les ha ido mucho mejor que en la pasada Eurocopa, en la que quedaron eliminados en octavos. De momento no han perdido ningún partido –los únicos junto a Alemania– y dieron la campanada ayer al derrotar a Estados Unidos en un auténtico partidazo (104-110) en el que Vaidas Kariniauskas, jugador del Mazeikiai lituano que posiblemente no habría estado en el Mundial de no ser por las bajas, se vistió de héroe con 15 puntos y levantó ampollas entre los norteamericanos al celebrar el triunfo con la gorra de Estados Unidos.

Letonia, por su parte, ha alcanzado con merecimiento los cuartos de final en su primera participación mundialista pese a no contar con su gran estrella Kristaps Porzingis, principal motivo por la que logró clasificarse para la cita, y tampoco con su capitán Dairis Bertans, lesionado en el segundo encuentro. El buen papel de dos exbaskonistas como Davis Bertans (12,4 puntos por encuentro) y Arturs Kurucs (5,6), sumado a la gran dirección del técnico Luca Banchi, que estuvo a punto de relevar a Joan Peñarroya al frente del banquillo del Baskonia este verano, está siendo fundamental.

También ha llegado lejos la Serbia de Vanja Marinkovic, que se medirá a Lituania pese a las notables ausencias de Jokic, Micic, Kalinic, Nedovic, Pokusevski, Marjanovic o Lucic. Las bajas de Gallinari y Mannion tampoco han impedido que la Italia de los exbaskonistas Simone Fontecchio y Achille Polonara haya alcanzado los cuartos de final, al igual que ha sucedido con Canadá, que perdió a su estrella Jamal Murray, vigente campeón de la NBA, justo antes de comenzar el torneo.

En este escenario, se hace difícil presagiar quién terminará alzándose con el título de campeón Mundial, más aún después de que los Estados Unidos hayan demostrado ser humanos ante Lituania. El espectáculo –y quién sabe si también las sorpresas– continuará mañana con el Lituania-Serbia de las 10.45 horas y el Italia-Estados Unidos de las 14.40, mientras que el miércoles espera el Alemania-Letonia a las 10.45 y el Canadá-Eslovenia a las 14.30.