Pamplona - Otro tipo de economía, alternativa, que se rige por criterios solidarios, que respeta principios de equidad, de sostenibilidad, y que carece de afán de lucro, tiene su sitio en Navarra. Se encuadra en REAS, la Red de Economía Alternativa y Solidaria, e implica a unas 5.103 personas entre trabajadores, voluntarios de sus empresas y organizaciones y asociados. Y comprende ya a buena parte de los sectores económicos, desde la alimentación hasta las finanzas.

El sector presentó ayer en Geltoki, en los renovados locales de la vieja estación de autobuses de Pamplona, su auditoría social, correspondiente a la actividad de 2018. Un balance al que se han sumado 30 organizaciones, una más que en el año anterior, y que traza un retrato de un sector que cumple 16 años de desarrollo en Navarra con la vocación de seguir creciendo. “Uno de los objetivos principales y de los retos que tenemos es incorporar a nuevas entidades”, explicaba ayer Javier Liras, de REAS, quien echaba en falta algo de apoyo público tanto para diagnosticar el sector con precisión como para fomentar su crecimiento. Desde los recortes presupuestarios de 2013, la entidad apenas ha recibido ayudas públicas.

“Hay entidades que son economía solidaria y que quizá no lo saben y que podrían incorporarse a la red”, explicaba Liras, quien señalaba que la tendencia general es de cierto crecimiento y que ayer recordó algunas de las cifras esenciales de un sector que da empleo en Navarra 507 personas, de las que 277 son mujeres y 230 hombres. “De media ellas cobran algo más”, explicó. Los datos de auditoría muestran asimismo que el 47% de los puestos de responsabilidad están ocupados por mujeres y que, en las organizaciones que conforman REAS, apenas existen diferencias salariales entre quienes más y menos cobran. “Estamos hablando de una relación de 1 a 1,1, frente a una relación de uno a diez o incluso más que se puede ver en empresas de la economía convencional”.

La auditoría se presenta bajo el lema Enseña el corazón, que pretende mostrar, explicaba ayer Liras, el modo en que las entidades ponen luz sobre información en algunos casos delicada, como las cifras de ingresos o la procedencia de estos. En 2018 se superaron ligeramente los 21 millones de ingresos, una cifra que queda por debajo de la de 2017, como consecuencia de la diferente composición de la nómina de entidades que ha pasado la auditoría. Los gastos se quedaron en unos 20 millones de euros. Con una perspectiva más amplia, respecto a los datos de 2015, por ejemplo, la auditoría refleja por ejemplo un incremento tanto en el número de entidades (de 26 se pasa a 30) como en el de ingresos, que crece en torno a un 25%.

“Hacemos la auditoría desde el año 2004, si bien a partir de 2014 comenzamos un proceso de armonización en métodos y tecnología con las redes de otros territorios, como Madrid, Aragón y Catalunya, con el objetivo de calibrar a las entidades “que realizan este ejercicio de transparencia” con los mismo criterios, señaló Liras. En España se encuentran coordinadas 14 redes territoriales y sectoriales a través de REAS -Red de Redes, y a nivel internacional participan en RIPESS (Red Intercontinental de Promoción de la Economía Social y Solidaria.

“La economía solidaria es una alternativa que pretende que la economía esté al servicio del desarrollo humano sostenible y participativo, y sea un poderoso instrumento de transformación social, de construcción de la justicia, y de lucha contra la exclusión social”, define Reas su actividad en su página web. La red se creó en 2003, tras un proceso de confluencia entre organizaciones que llevan años (algunas más de 30 años) aplicando los principios de economía solidaria. Participan en la red más de 1.050 personas (mitad contratadas, mitad voluntarias) agrupadas en más de 50 entidades y empresas (unas de pleno derecho y otras socias de apoyo).

Catalunya, a la cabeza

590,9 millones facturados En toda España, las entidades que se someten a la auditoría son 530, según los datos que presentó ayer Reas Navarra. Esto supone una base social de 235.250 personas, con 16.973 personas trabajando en entidades que facturan en torno al 590,9 millones de euros. “En Catalunya nos llevan bastante ventaja”, recordaba ayer Liras al hacer el repaso de los números por comunidades. Así, en Catalunya la base social alcanza las 132.189 personas, con 217 entidades y 7.262 trabajadores. Los ingresos alcanzan los 242 millones de euros. Cifras que suponen casi la mitad de las que hay en el conjunto del Estado. - J.A.M.

73%

menos de diez trabajadores

Los integrantes de REAS son en su mayoría pequeñas organizaciones. El 73,4% tiene menos de deiz trabajadores y casi la mitad (un 43,2%) no llega ni a los ciinco empleados.

60%

Sin ánimo de lucro

Se trata del tipo de organización más habitual, muy por delante de las cooperativas, que suponen el 13,42% del total o de las sociedaxdes laborales, que suponen otro 10%.

93%

emplea lenguaje no sexista. Un 80% pone en práctica este criterio también en los documentos escritos.

57%

opera con finanzas éticas

Más de la mitad de las organizaciones de REAS opera con entidades consideradas de finanzas éticas, como Fiares o Triodos.

3,6%

Operaciones dentro de la propia red. Del volumen de compras y ventas de las entidades, apenas el 3,6% se realiza todavía dentro del mercado social.

46%

Ingresos por facturación. Otro 41% procede de subvenciones públicas.