En Navarra se construyen tantas viviendas como hogares se crean. Y, sin embargo, las dificultades de acceso a un piso, sea en alquiler o en propiedad, no dejan de crecer. Lo dicen los datos de demandantes de vivienda de Nasuvinsa y también otro indicador: el número de anualidades de salario completo que es necesario destinar a la compra de una vivienda.

Un dato de las últimas promociones de VPO en activarse (Etxebakar, junto a Berriozar): una vivienda nueva protegida se mueve entre los 190.000 (dos habitaciones) y los 220.000 euros (tres habitaciones), antes de una subvención que, en el caso de las más caras, puede alcanzar los 30.000 euros. Teniendo en cuenta que el sueldo medio de una persona de 30 años ronda los 25.000 euros son necesarios cerca de siete años de sueldo íntegro para adquirir una vivienda. Siempre que uno pueda acceder a una VPO, algo para nada sencillo.

Porque en los últimos años apenas se ha construido una vivienda protegida por cada cuatro libres, una proporción baja, que tiende a corregirse en los dos últimos años, y que recuerda a la de los años 1998-2003, cuando se hinchaba la burbuja. Y como quiera que el mercado libre lleva encareciéndose de forma continua desde 2015 y con mucha mayor claridad en los últimos años, esto se ha terminado por convertir en un problema serio. La vivienda protegida concluida en Navarra en los últimos años apenas sirve para cubrir un 30% de los nuevos hogares que se crean.

Porque la población, y el número de hogares, ha seguido creciendo en contra de los augurios de hace apenas una década, cuando la resaca de la crisis financiera y el envejecimiento de la población se combinaban para dibujar un estancamiento de la población que no se ha producido. Navarra ha ganado más de 35.000 habitantes, con un incremento de cerca de 10.000 hogares que se han encontrado, sin embargo, con una escasez de oferta nueva tanto venta como de alquiler, una apuesta a largo plazo del Gobierno de Navarra, iniciada en 2015, pero que necesitaría de una mayor ambición presupuestaria y que ha tenido que financiarse con dinero del Banco Europeo de Inversiones.

En el último lustro, se ha iniciado en Navarra más de 14.200 nuevas viviendas, una cifra muy respetable, un 40% más que en el lustro anterior (2014-2018), de las que únicamente 3005 han tenido carácter protegido. Una insuficiencia admitida por el Gobierno de Navarra, que admite ya la necesidad de construir más vivienda protegida, tanto en alquiler como en venta, y de hacerlo con mayor agilidad. Aunque, echando mano de la experiencia, advierten, construir más vivienda no significa que los precios vayan a contenerse.

Lo sucedido en la primera década del siglo es un buen ejemplo de ello. Nunca se construyó tanto (VPO incluida) y nunca subieron tanto los precios, por una conjunción de factores seguramente irrepetible: demografía, emigración, dinero barato, dinero de todo el mundo que buscaba rentabilidad en la vivienda española, un modelo económico basado en el ladrillo, el turismo y los grandes eventos y un marco legal y fiscal que no hizo sino poner viento en las velas de un barco que terminó por zozobrar.

Hoy todo eso ha cambiado. Y la falta de oferta es una de las causas que dificultan el acceso a la vivienda. “Ofrecer más vivienda asequible no significa solo construir más, aunque haya que hacerlo”, explicaba esta misma semana Javier Burón, director gerente de Nasuvinsa, en una entrevista en el podcast Kapital. Una de las alternativas, la recompra de viviendas, cuenta con un presupuesto bajo en Navarra. Dos millones de euros en 2024, el doble que en 2023, suficiente para adquirir apenas una decena de viviendas.

Para 2024

113 millones para vivienda en 2024

El anteproyecto de Presupuestos de Navarra prevé 113 milones de euros para el Departamento de Vivienda, lo que supone duplicar el gasto respecto al año anterior. La mayor parte del incremento se corresponde con fondos europeos con destino a la rehabilitación de viviendas.

46 millones en subvenciones

La partida de subvenciones y subsidios en materia de vivienda registra también un sensible incremento, al pasar de 38 a 46 millones de euros. Crecen también en medio millón de euros las ayudas a quienes viven de alquiler (de 13 a 13,5 millones de euros) y a quienes pongan su vivienda en la bolsa de Nasuvinsa.