Esta no será una legislatura cualquiera en Tafalla. Y es que ayer se constituyó en la ciudad del Cidacos la corporación más joven, más feminista y más euskaldun de la historia de la localidad. Una corporación liderada por EH Bildu, y representada por muchos -y muy diversos- colores del panorama político navarro.
El resultado final de la votación no iba a ser ninguna sorpresa, ya que días atrás se había hecho oficial el acuerdo alcanzado entre las cuatro fuerzas progresistas -EH Bildu, Iniciativa por Tafalla, Contigo-Zurekin y Geroa Bai- para proclamar a Xabier Alcuaz como nuevo alcalde de Tafalla, el número 500 de su historia. “En la entrada de este Ayuntamiento hay un largo listado con todos los alcaldes y alcaldesas que se han podido documentar desde el año 1253. Por una casualidad de la historia me ha tocado ocupar el número 500”, relataba Alcuaz durante su discurso de investidura.
Finalmente, la votación transcurrió tal y como se esperaba: Iniciativa por Tafalla, Contigo-Zurekin y Geroa Bai auparon al candidato de EH Bildu; los y las ediles de UPN y PSN votaron a la cabeza de lista de su propia formación. Así, la regionalista Amaya Orduña consiguió 4 votos, los mismos que la socialista Esther Iso.
“Zorionak a todos y todas las concejalas. Trabajemos en auzolan para seguir construyendo la Tafalla del futuro. Quiero manifestar que, como en la legislatura anterior, tenemos la voluntad de ofrecer a todos los grupos la posibilidad de coger responsabilidades municipales. Lejos de vetar a nadie, como tantas veces han hecho y siguen haciendo con nosotros y nosotras, Tafalla y su gente es plural, y así debe ser su Corporación. Porque hacer es la mejor forma de decir”, manifestó Xabier Alcuaz. Amaya Orduña, en representación de UPN, respondió que “tras los resultados del 28M intentamos buscar un gobierno alternativo al de Euskal Herria Bildu. Esta segunda opción parece que no fue posible porque quienes se auto-proclaman independientes, han demostrado una vez más que no lo son”.
Jotas, bertxos y aurreskus
El recién investido alcalde pudo sentir en primera persona el calor de la gente que se acercó hasta el salón de plenos. Y es que tras recibir el bastón de mando de manos de Jesús Arrizubieta, le dedicaron una jota, un bertxo y le bailaron un emotivo aurresku.
