Se ganó el apelativo de “la reina de las mañanas”, franja en la que ha estado 19 años con muy buenas cifras en El Programa de Ana Rosa, en Telecinco, pero es cierto que poco a poco ha ido perdiendo audiencia y que ya hace bastantes meses que había sido destronada por Aruseros, en La Sexta. Fue precisamente Alfonso Arús el que se refirió a ella como “la reina emérita” respondiendo a las palabras de la presentadora en las que no quería ceder su corona asegurando que eran programas que “no competían en la misma liga”.

Sea como fuere, Mediaset confía en Ana Rosa para reflotar las tardes de Telecinco, una vez que decidió poner fin a Sálvame después de 14 años en antena. Por ahora no le está saliendo bien: ni la novela Mía es la venganza, de Lydia Bosch, ni el programa veraniego Así es la vida, con Sandra Barneda, han cosechado buenas cifras y la cadena de Fuencarral espera como agua de mayo que Quintana aterrice este lunes 18 de septiembre y frene esa sangría de espectadores que lleva acusando Telecinco desde hace ya bastante tiempo.

Su nuevo programa, como no podía ser de otra forma, llevará sus iniciales en el nombre, con un ingenioso juego de palabras: TardeAR se va a llamar, y promete combinar actualidad y entretenimiento. Aunque aún no ha empezado, Ana Rosa ya se ha llevado algún revés, pues ha perdido a tres de sus colaboradoras más fieles a lo largo de los años: Beatriz Cortázar y Paloma García Pelayo en el mundo del corazón y Cruz Morcillo en los sucesos. Las tres se marchan a la competencia, a Atresmedia. Eso sí, Quintana ha contraatacado fichando a Manu Marlasca, Alaska y Mario Vaquerizo, a Vicky Martín Berrocal y a Cristina Cifuentes. Además, recupera a Antonio Hidalgo, a quien muchos recordarán de Sabor a ti, que ambos presentaron en Antena 3.

Porque antes de ocupar las mañanas Ana Rosa triunfó en las tardes hace más de dos décadas, cuando ya llevaba veinte años en la profesión. Nacida en Madrid en 1956 (tiene 67 años), comenzó en (1978) en Radio Nacional y Radio Intercontinental, antes de su primera experiencia en televisión, en 1982, cuando TVE la fichó para copresentar el Telediario nocturno. Poco le duró la experiencia, porque al año siguiente se marchó con su primer marido, el también periodista Alfonso Rojo, a Nueva York, donde ejerció de corresponsal de la cadena Cope y de la revista Tiempo.

Ana Rosa Quintana, en su debut en televisión a principios de los 80. TVE

El matrimonio con Rojo duró cuatro años (en 1986 nació su hijo Álvaro) y en 1987 Quintana regresó a Madrid para presentar un magacín en Radiocadena española. De ahí pasó a la emisora musical Radio 80 y en 1991 a Antena 3 Radio. Mientras tanto, comenzaba una relación con el director de cine José Luis Garci que duró diez años. La televisión la volvió a tentar y en 1994 fichó por Telecinco para conducir un programa de juicios llamado Veredicto, antes de marcharse a la competencia, Antena 3, en 1997.

Allí comenzó a bautizar a todos sus programas con su nombre, apellido o ambos. Debutó con un talk show llamado Sinceramente Ana Rosa Quintana y el éxito le llegó con el magacín de crónica social Extra Rosa, que presentó mano a mano con Rosa Villacastín hasta que lo dejó para ponerse al frente de Sabor a ti, con la ayuda del citado Antonio Hidalgo y en el que también destacó Jorge Javier Vázquez. Lo que iba a ser un programa para el verano duró seis años debido al respaldo de una audiencia que con el paso de los años fue reduciéndose hasta que Antena 3 decidió no renovarlo más en 2004.

Pero antes, en 2001, Quintana ya había comenzado a buscarse otras fuentes de ingresos. Creó la productora Cuarzo, que pasó a encargarse de ‘abor a ti, y la revista AR, que cerró en 2018 tras 17 años y 200 portadas en las que siempre la protagonista, como dejaba claro el nombre, era Ana Rosa. También cuenta con varias empresas centradas en el sector inmobiliario junto a su actual marido, Juan Muñoz, con quien se casó en 2004, el mismo año en el que tuvo con 48 años a sus mellizos Juan y Jaime.

Uno de los 200 números de AR, revista en la que siempre fue ella la portada.

En ese 2004 se produjo un intercambio de cromos entre Antena 3 y Telecinco que propició el retorno definitivo de la madrileña a la cadena de Mediaset. Antena 3 había fichado a la recientemente fallecida María Teresa Campos, la reina indiscutible de las mañanas, y Telecinco reclutó a Quintana para competir con ella. No sólo compitió, sino que la destronó, provocando que a la veterana periodista andaluza le retiraran el programa y que ella comenzara un liderazgo de audiencia de casi dos décadas al frente de un espacio llamado, cómo no, El Programa de Ana Rosa.

En él ha estado 19 años mezclando tertulia política con sucesos y corazón, y acompañada de un sinfín de colaboradores, pero en los últimos años la sección política se ha ido radicalizando, con unos editoriales beligerantes siempre con la izquierda, especialmente con Pedro Sánchez y con Podemos y Sumar, y con una mayoría de tertulianos afines a la derecha, algo que la ha convertido en trending topic constantemente.

Dos parones forzados

En sus cerca de 30 años presentando en directo, Ana Rosa Quintana se ha visto obligada a abandonar la televisión en dos ocasiones, ambas por la misma razón: un cáncer de mama. La primera fue en 2010, y aunque precisó de radioterapia, no trascendió (no lo dio a conocer hasta 2018) ya que estuvo de baja durante el verano, cuando descansaba de su programa, y retornó con normalidad en septiembre.

La segunda fue más grave. La presentadora comunicó el 2 de noviembre de 2021 en su programa que sufría otro cáncer de mama y se despidió para iniciar un tratamiento de quimioterapia al que siguió una operación en abril. El proceso resultó exitoso y casi un año después de su despedida, el 10 de octubre de 2022, retornó a la televisión con el pelo más corto y rubio. Pero sus resultados, en línea con los de la cadena, no han sido los de antaño, ha sido destronada y ahora va a probar suerte con las tardes, que se han convertido en un drama para Telecinco hace ya demasiados meses.

Quintana, el día en que volvió a su programa tras superar su segundo cáncer. Telecinco

Mediaset confía muchísimo en Ana Rosa. En ella y en su productora, Unicorn, que copa gran parte de su parrilla con programas como Fiesta, Cuatro al día, TardeAR o La mirada crítica y Vamos a ver, los sustitutos de El Programa de Ana Rosa, con lo que la madrileña se queda con las mañanas y las tardes de Telecinco.

La novela que teóricamente escribió Ana Rosa Quintana.

La novela que teóricamente escribió Ana Rosa Quintana.

El libro que no escribió, Villarejo y otras polémicas

La exitosa trayectoria de Ana Rosa Quintana no ha impedido que haya vivido unas cuantas polémicas que han perjudicado a su imagen, aunque generalmente ha salido airosa. La primera llegó en 2000, cuando publicó su primera y única novela, Sabor a hiel, basada en historias de mujeres maltratadas. Fue un éxito inmediato, pero pronto se descubrió que había párrafos copiados de Álbum de familia, de la estadounidense Danielle Steel. Quintana aseguró que se trataba de un error informático y Planeta, la editorial, preparó una segunda edición corregida, pero entonces salió a la luz que también había fragmentos plagiados de Mujeres de ojos grandes, de la mexicana Ángeles Mastretta. Acorralada, Quintana se presentó como víctima, culpó a su negro (al parecer, su excuñado David Rojo) y Planeta retiró la novela. La periodista admitía así que no había escrito la obra, al menos no al completo.

También se ha visto salpicada por el caso Villarejo, al ser condenado en julio de este año su marido, Juan Muñoz, a tres meses de prisión tras haber sido detenido en 2018 junto a su hermano Fernando acusados de contratar al excomisario para realizar un seguimiento y chantaje a una tercera persona, algo que admitieron. En enero de 2022 Villarejo declaró que el encargo fue “un favor personal” que le realizó su “buena amiga” Ana Rosa Quintana.

Igualmente ha vivido momentos tensos en su programa. Más allá de sus polémicas políticas y del tratamiento sensacionalista de algunos sucesos, ha sido acusada de racismo en varias ocasiones. En 2007 se quejó de que su programa no no tenía polígrafo con estas palabras. “No somos nadie, ¡no somos nadie! ¡Somos lo último! Porque yo noto que nos está haciendo falta. ¿Por qué nosotros? ¿Es que somos negros?”.

En mayo de 2020 la víctima fue el colectivo gitano. Informaron sobre un suceso en el que un hombre disparó y mató a otro de etnia gitana al pensar que le estaba robando en su finca y Quintana soltó: “A lo mejor la actitud del asesino se puede entender como defensa personal”, adjudicando un perfil criminal a la víctima del homicidio, padre de familia.

Y hace cuatro meses el blanco fue la comunidad china. Tras recibir la Medalla de Oro de la ciudad de Madrid, Quintana afirmó que se crió en “el barrio obrero” de Usera “antes de que fuera Chinatown”.