Tanto en personas como en animales, los problemas estomacales puede ser un serio problema. Una diarrea, además de un síntoma de que algo va mal en la salud también es un peligro en sí misma por el riesgo de deshidratación que conlleva. En el caso de los humanos podemos comprender la situación y adaptarnos pero nuestras mascotas, nuestro perro o gato solo saben que no están bien y no son capaces de explicarse ante los humanos y solo quieren que el malestar desaparezca.

La gastroenteritis es la principal causa de la diarrea. Esta inflamación de la mucosa del estómago y del intestino que puede tener su origen en virus, bacterias, parásitos o como reacción a algún medicamento o algo tóxico que se haya ingerido. Por este motivo no está de más buscar atención médica o veterinaria para ponerle solución.

En la mayoría de los casos es leve y se cura sola, pero, repetimos, existe la posibilidad de deshidratación, que en caso de cachorros o niños pequeños es un riesgo para la salud serio.

Zanahorias listas para ser cocidas pqara hacer sopa de Moro. Freepik

Por este motivo se buscan remedios sencillos para prevenirlos y que ayuden a curarla en nuestra mascotas mientras comprobamos cómo evoluciona.

Para ayudarles hay un remedio sencillo, natural y que podemos hacer en casa. Se trata de la sopa de Moro. En 1908 el pediatra Ernst Moro buscaba una solución casera para ayudar a los niños hospitalizados con gastroenteritis, que hace más de 100 años era una mal que podía matar. Al final encontró una sencilla receta, una sopa de zanahoria que ya se usaba como tradicional remedio y del que Moro encontró la explicación científica de su eficacia.

Cuando se cocina esta sopa de zanahoria se crean algunos oligosacáridos (unos azúcares de cadena corta) que se asemejan mucho a ciertos receptores que se encuentran en las paredes del colon, tanto en el humano como en el de perro o gatos. Los gérmenes patógenos, en vez de pegarse a la pared intestinal multiplicándose, produciendo toxinas e inflamando la zona, se adhieren a estos oligosacáridos y pueden ser expulsados sin problemas.

De esta manera se consigue frenar la gastroenteritis, evitar el vómito y el crecimiento de gérmenes dañinos, eliminar la diarrea y mejorar la flora intestinal. Además suministra agua para evitar la deshidratación y pectina que ayuda a reducir la inflamación.

La receta de la sopa de Moro

La elaboración es bien sencilla. Como ingredientes basta con medio kilo de zanahorias, un litro de agua y un poco de sal. Tras limpiar y pelar las zanahorias, se cortan en trozos pequeños y se pone en una olla con el agua. Cuando empiece a hervir, se baja el fuego, se tapa y se cuece durante una hora u hora y media. Si ha habido mucha evaporación se puede añadir agua. Después trituramos todo con una batidora y añadimos una pizca de sal.

Para administrar esta sopa a nuestras mascotas, si es un perro adulto se le puede hacer ayunar durante 24 horas. Al día siguiente se le va dando a lo largo de la jornada en tres o cuatro tomas para ver cómo la va tolerando. Si se le corta la diarrea, al día siguiente a esta sopa se le puede añadir algo de carne blanca cocida. Si en dos días no se le pasa, acudir al veterinario. Si el perro afectado es un cachorro, lo mejor es empezar acudiendo al veterinario.

En el caso de que el paciente sea un gato, no hay que dejarlo en ayunas y se le va dando poco a poco. Si pone problemas, puede añadirse el caldo de una cocción de carcasa de pollo. Y como en el caso de los perros, si la diarrea no se cura para el segundo día, llamar al veterinario.

Hay que tener claro que la sopa de Moro es para problemas digestivos puntuales. Pero si se alarga más de dos días o son recurrentes cada cierto tiempo, es el veterinario quien debe diagnosticar y establecer las pautas de cuidados.