Cuando este redactor era un adolescente, a finales de los años setenta del pasado siglo, los chavales de entonces soñaban con poseer un ciclomotor con el que poder desplazarse a clase y los fines de semana acudir a la ciudad o a las fiestas de los pueblos. Cumplidos los 18 años, el objetivo era sacarse el carné de conducir y acceder, si la economía lo permitía, al segundo coche familiar si lo había o a un pequeño utilitario, normalmente comprado de segunda mano. Tras el provechoso aprendizaje del ciclomotor, el cochecito de marras era la oportunidad de desplazarse con comodidad, mucha más seguridad que sobre dos ruedas, donde eras muy vulnerable, protegido de las inclemencias meteorológicas y con espacio suficiente para rodar con tus amigos y, también muy importante, con tus amigas.

El automóvil permitía moverte y hasta viajar, era el salto de gigante hacia la libertad. Recordando mi primer vehículo de cuatro ruedas, un Seat 600 con quince años de antigüedad que mi padre, mecánico, puso a punto, también con mi ayuda, y que pintamos en el taller de enfrente del domicilio familiar, y comparándolo con el Kia Picanto, veo similitudes en la esencia y al mismo tiempo un salto cualitativo y cuantitativo enorme en todo lo demás. Ambos son la perfecta representación de la funcionalidad, fiabilidad y practicidad e, igualmente, el utilitario de Kia ilustra la evolución tecnológica que ha vivido el automóvil en las últimas cuatro décadas.

Kia pone al día su compacto Picanto con mejoras en diseño, equipamiento y motores más eficientes

Kia ha anunciado una puesta al día del Picanto que no hace sino reforzar sus contrastadas cualidades en eso que sabe hacer como nadie: circular por la ciudad y periferia y aparcar en huecos mínimos. Asimismo, cuenta con argumentos suficientes como para salir de la urbe y realizar muchos de nuestros desplazamientos habituales, ya sea a la playa, montaña o en busca de viajes de mayor alcance, siempre que nuestras necesidades de espacio no sean muy grandes. Este utilitario de cinco puertas y 3,595 metros de largura, con un maletero de 255 litros que se convierten en 1.010 con los asientos traseros abatidos, mejora en diseño, equipamiento y rendimiento mecánico de sus dos motores atmosféricos (1.0 de tres cilindros y 67 CV y 1.2 de cuatro cilindros y ya 84 CV), que presentan menores consumos y emisiones. Todavía falta por conocer la fecha concreta de su comercialización y los precios definitivos, que con toda seguridad no romperán con su fama de vehículo asequible.

Como explica la marca coreana, “el Picanto, el compacto de Kia, ha sido realzado con un nuevo diseño, más moderno y deportivo, y tecnologías avanzadas, lo que permitirá a los clientes de Kia experimentar una conducción actual y con estilo. Desde los profesionales urbanos en activo hasta adultos jóvenes que utilizan su primer coche, el éxito duradero del Kia Picanto es su atractivo para un público muy amplio. En una época en la que las sociedades luchan contra el aumento de los precios, en la que los debates sobre el espacio urbano y la calidad de vida son cada vez más intensos, el nuevo Picanto permite a los clientes disfrutar de la libertad que aporta el movimiento”, apunta el vicepresidente de Producto y Marketing de Kia Europa, Sjoerd Knippig.

El Kia Picanto es un turismo de 3,6 metros que destaca por su atractivo, funcionalidad, agilidad y fácil aparcamiento

La nueva gama del Picanto, que se suma a la filosofía de diseño opuestos unidos (naturaleza y modernidad) de Kia, se estructura en dos acabados, uno de entrada, con llantas de 14 pulgadas y con opciones como las de 15 y 16 pulgadas y las terminaciones interiores en Rich brown y Adventurous green o los acabados en negro brillante y cuero sintético; y el nivel superior, denominado GT-line, con parrilla frontal de estilo Tiger nose ampliada para maximizar el aspecto deportivo, llantas específicas de 16 pulgadas, difusor trasero, terminación interior en negro brillante con cuero sintético opcional, como las molduras de color alrededor de los aireadores y la palanca de cambios. Cabe deducir que Kia ha cuidado especialmente las posibilidades de personalización para que nuestro pequeño utilitario se convierta en un entorno atractivo para nuestros desplazamientos diarios. Así, la carrocería, disponible en nueve colores exteriores, incluye cuatro tonos nuevos: rojo signal, azul smoke, azul sport y verde adventurous. Este interés por hacer más cómoda y fácil la vida al volante también se refleja en la posibilidad de escoger entre un cambio manual o uno automatizado, ambos de cinco marchas.

Al volante, la buenas sensaciones de siempre con el Picanto se repiten gracias a su suspensión delantera MacPherson apoyada por el eje torsional trasero, con un buen confort de marcha y una calidad de rodadura y estabilidad más que suficientes. También cabe destacar una dotación de asistencias muy completa, con vectorización del par en frenada que reduce el subviraje en curvas cerradas, frenada de emergencia con reconocimiento de ciclistas y peatones, ayudas para evitar colisiones frontales, así como con el tráfico trasero cruzado; control de ángulo muerto, seguimiento de carril, detector de fatiga y de cambio involuntario de carril, etc. Todo ello sin olvidar el sistema de navegación de serie con pantalla táctil flotante de ocho pulgadas con doble conexión Bluetooth, reconocimiento online de voz, la posibilidad de acceder a los servicios de Kia Connect (tráfico, meteorología, puntos de interés, aparcamientos, planificación de rutas, ubicación del vehículo, etc), además de actualizaciones remotas automáticas del sistema de navegación e infoentretenimiento. Todo esto en un pequeño utilitario de 3,595 metros de largura. Ya ven que no hay que ser muy grande para poder moverse libremente y sentirse protegido.