El reciente incidente en Kosovo en el que murieron cinco personas es una consecuencia directa de la política de su primer ministro, Albin Kurti, dirigida a la limpieza étnica de la población serbia en esta región, denunció la portavoz de Exteriores rusa, María Zajárova.

"Sin dudas, el derramamiento de sangre de ayer es una consecuencia directa del rumbo del llamado primer ministro Albin Kurti de atizar el conflicto, purgar el territorio de serbios", afirmó en un comentario difundido por la diplomacia rusa.

Según Zajárova, los intentos del jefe del Gobierno kosovar de "provocar que los países occidentales incrementen las presiones sobre Serbia para obligar a Belgrado a reconocer la 'independencia' de Kosovo son un constante juego con fuego que sale demasiado caro y acerca a un límite peligroso a toda la región de los Balcanes".

"Se torna evidente la amenaza directa de la reanudación de las limpiezas étnicas practicadas anteriormente por los radicales albanokosovares", añadió.

CINCO VÍCTIMAS EN BANJSKA

Cinco personas murieron este domingo a consecuencia de un enfrentamiento entre un grupo de supuestos serbios y la policía kosovar cerca de la aldea serbia Banjska, en la región del norte de Kosovo, poblada mayoritariamente por serbios.

Un policía kosovar perdió la vida y otro resultó herido en una emboscada, tras lo cual la policía se enfrentó a cerca de treinta atacantes, supuestamente serbokosovares o serbios, que se atrincheraron en el patio del monasterio ortodoxo de Banjska, un enfrentamiento en el que murieron otras cuatro personas.

TENSIONES

Los violentos choques del domingo han vuelto a tensar las difíciles relaciones entre Pristina y Belgrado.

El primer ministro kosovar ha acusado al Gobierno serbio de apoyar a los atacantes, que calificó de "terroristas", acusaciones que el presidente serbio, Aleksander Vucic, rechazó, responsabilizando a su vez a Pristina de "opresión y maltrato" de la minoría serbia de Kosovo.

Vucic denunció hoy ante Rusia, a través de su embajador en Belgrado, que "una parte de la comunidad internacional" apoya una supuesta "brutal limpieza étnica" en Kosovo, según informó el propio presidente en un comunicado publicado en Instagram.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, consideró "potencialmente peligrosa" la situación actual, si bien admitió ante la prensa rusa que Moscú no tenía suficientes elementos para comentar los hechos.

Al igual que Belgrado, Moscú, un tradicional estrecho aliado de Serbia, no reconoce la independencia de Kosovo en 2008.