Al menos 25 gazatíes han muerto en la madrugada de este sábado en bombardeos israelíes sobre Rafah, extremo meridional de la Franja de Gaza donde viven más de un millón de desplazados, y se espera pronto el avance hacia allá de las tropas terrestres israelíes.

Los buques de guerra israelíes, apostados en el Mediterráneo, "disparan intensamente" contra la costa de la gobernación de Rafah.Israel anunció este viernes la elaboración de un plan para ampliar su ofensiva militar a Rafah, en la frontera con Egipto, aunque asegura que el despliegue incluirá la evacuación previa de civiles.

"Es imposible lograr el objetivo de la guerra de eliminar a Hamás y dejar cuatro batallones en Rafah", indica un comunicado de la Oficina del Primer Ministro de Israel.

Los ataques israelíes contra Rafah, donde sobreviven hacinados 1,3 millones de palestinos -cinco veces su población habitual-, han aumentado en los últimos días y con ello el temor a una ofensiva terrestre del Ejército de Israel en esta zona, una opción que ya es segura tras el anuncio del viernes.

Se intensifica la ofensiva sobre Jan Yunis

A la espera de que la incursión terrestre se extienda a Rafah, Israel intensifica sus operaciones militares en Jan Yunis, bastión de Hamás en el sur de la Franja donde lleva más de dos meses de ofensiva en la zona, que ahora se concentra en la parte oeste de la ciudad.

Allí, la fuerzas israelíes mantienen bajo asedio desde hace 20 días los dos principales hospitales, el Naser y el Al Amal, donde ayer irrumpieron soldados israelíes en su interior.

"Las fuerzas de ocupación arrestaron a ocho miembros del personal de la asociación en el Hospital Al Amal, incluidos cuatro médicos, además de cuatro heridos y cinco acompañantes de pacientes, informó la Media Luna Roja palestina, que gestiona ese centro médico.

Según la organización, los soldados israelíes irrumpieron en el hospital durante unas diez horas, en las que "registraron el hospital, destruyeron algunos dispositivos, equipos y muebles, detuvieron al personal, los interrogaron, los golpearon e insultaron e impidieron que el personal y los acompañantes de los pacientes bebieran agua o usaran el baño".

La Media Luna Roja también acusó al Ejército israelí de robar dinero de la organización, de los empleados, de los pacientes y acompañantes; además de confiscar las computadoras y dispositivos de comunicación inalámbricos de los equipos de rescate, que son el único medio de comunicación fiable ante la continua interrupción de las comunicaciones en la gobernación de Jan Yunis.

Las  inmediaciones del hospital Al Amal han sido escenario de ataques y combates en los últimos días, que impedían incluso el movimiento de las ambulancias para transportar heridos; y que obligaron a la evacuación de más de 8.000 gazatíes que estaban evacuados en el edificio.

Una situación similar vive el hospital Naser, donde "las fuerzas de la ocupación disparan intensamente hacia las puertas, edificios y patios del complejo médico", indicó hoy el Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás.

"Un mártir y varios heridos se han confirmado tras un intenso tiroteo en el interior del complejo médico Nasser, donde los equipos médicos no pueden moverse entre los edificios", informó el portavoz del Ministerio, Ashraf al Qudra. El hospital alberga a unos 10.000 desplazados, 300 sanitarios y 450 heridos y enfermos.

Casi 28.000 gazatíes han muerto en más de 4 meses de guerra, además de unos 8.000 cuerpos desaparecidos bajo los escombros, y unos 67.500 resultaron heridos, según el Ministerio de Sanidad de la Franja.

Acto ilegal

La ONG Human Rights Watch (HRW) ha condenado la orden emitida por Netanyahu para que el Ejército del país prepare la evacuación de la ciudad de Rafá y ha advertido de que se trata de un acto ilegal que tendría consecuencias devastadoras.

"Obligar a más de un millón de palestinos desplazados en Rafá a evacuar nuevamente sin un lugar seguro a donde ir sería ilegal y tendría consecuencias catastróficas", ha argumentado la investigadora sobre derechos de los migrantes para HRW, Nadia Hardman.

A este respecto, Hardman ha lamentado que ya "no hay ningún lugar seguro al que ir en Gaza" y ha apuntado que "la comunidad internacional debería tomar medidas para evitar nuevas atrocidades".

Asimismo, desde la organización han recordado que el Derecho Internacional Humanitario prohíbe el desplazamiento forzado de civiles salvo que sea necesario para su seguridad o por razones militares imperiosas y ha señalado que se trata de un crimen de guerra que "se está volviendo cada vez más peligroso".