Se cumplen 30 años desde que varias mujeres de Irurtzun decidieron crear un grupo que aportase una mirada feminista a la vida cultural y social de este pueblo, un espacio público propio en el que reivindicar la igualdad en todos los ámbitos. “El objetivo era defender los derechos de las mujeres y poner encima de la mesa cuestiones de las que no se hablaba”, recordaban. Aunque en estas tres décadas se han dado pasos, todavía queda mucho por hacer, según destacan. Por ello, consideran que el movimiento feminista sigue en plena vigencia y animan a las mujeres jóvenes a sumarse en el camino a la igualdad.
Desde un principio, el motor del grupo ha sido la organización de la Jornadas de la Mujer, con un programa de actividades que con los años fue creciendo con propuestas todas las semanas de marzo. Como la vida misma, ha cambiado con nuevos formatos para adaptarse a los nuevos tiempos. Así, el café tertulia se suprimió en 2017 porque había bajado la participación, pero se recuperó este pasado sábado para realizar un repaso de estos 30 años a través de los carteles que anunciaban los temas que se abordaron en estos encuentros alrededor de una taza de café y dulces.
“En 1995 ya hablaron de la brecha salarial, fueron unas adelantadas a su tiempo”, apuntó Ainhoa Dorronsoro Guinea, quien, programas en mano, fue desgranando esta historia. Otras cuestiones recurrentes fueron los cuidados, la conciliación o la migración, por citar algunos. “Son temas que están desde el principio y siguen en plena vigencia porque siguen sin resolverse”, observó. La violencia de género es otro tema que siempre ha estado ahí, aunque según señalan, es difícil trabajarlo. “Todavía hay mucho miedo”, coincidían estas mujeres.
En los cafés tertulia también se habló de sexualidad, menopausia, suelo pélvico o cuidarse con salud junto con otras actividades en clave de humor como la licenciatura en economía doméstica. “Siempre han sido unos programas muy pensados”, comentó Juana Urra Mariñelarena, una de aquellas mujeres que estaba en aquel primer grupo. Después llegaron las hermanas Amalia y Marisa García García así como Ana San Juan Balda, Ana Santander Lizaso, María Eugenia Barroso Carrillo, Ana Matxain Eugi, Blanca Ilundain Etxeberria, Txaro Urra Mariñelarena y Ainhoa Dorronsoro Guinea, diferentes generaciones que volvieron a reunirse este sábado para celebrar este aniversario. Si bien la mayoría ya no están en el grupo, no se pierden ninguna de las propuestas que se organizan a lo largo del mes de marzo. “Estaban motivadas entonces y continúan ahora. Se hace grupo de alguna manera”, observó esta última.
De aquellos primeros programas se mantiene la salida al cine y la cena. “Hace 30 años no era común que salieran solo mujeres. Ahora no choca ver a una cuadrilla de mujeres cenando pero son dos actividades en las que nos juntamos diferentes generaciones”, observaron las hermanas García. En un principio se hacía en Iratxo, el sábado más próximo al 8 de marzo, preparada por las mujeres del grupo. Pero esta sociedad se quedó pequeña y se decidió trasladarla al comedor de las escuelas. “Tras la pandemia, en 2022 y también este año, hemos vuelto a Iratxo porque el comedor de la escuela es poco acogedor y suele hacer frío. Eso sí, hace ya unos años que se gestiona con una empresa de catering y amenizada la sobremesa con Lorena Arangoa. La media de participación suele ser alrededor de 80 personas”, apuntó Ainhoa Dorronsoro. No obstante, señalaba que la media de edad de las mujeres es elevada. “La más joven tenía unos 40 años. El reto es llegar a un público más joven”.
La salida al cine un miércoles es otro de los pilares del programa. “Hay una base que no modificamos: la cena, la salida al cine y una concentración el 8 de marzo. Entendemos que es una forma que permite participar a todos y todas las vecinas interesadas sin tener que desplazarse; una manera de hacer pueblo. El resto de las actividades van encajando en las distintas semanas del mes, en coordinación con propuestas que se nos hacen desde el Consejo de Cultura”, explicó Ainhoa Dorronsoro.
Al respecto, apuntó que en actividades como las charlas, año tras año, ha descendido la participación mientras que otras propuestas, como la proyección de cortos, han tenido una buena respuesta. También las propuestas teatrales. “Este año hemos ahondado en la realidad actual del abuso sexual infantil, la perspectiva de género, las raíces del abuso y sus consecuencias a través de una obra de teatro, Perséfone, que antes se trabajó en una actividad previa. La acogida fue muy buena”, apuntó este irurtzundarra. Dirigido a la juventud, también hubo un Escape room en torno a la igualdad.
Las Jornadas de la Mujer de este año finalizan con el mes, el viernes 31, con la clausura de la exposición de pintura 8 Versiones de mujer. Ahora llega el momento de la valoración de las actividades llevadas a cabo y temas a mejorar principalmente de cara al programa del próximo año.
