María Jesús Larretxea es la protagonista del cortometraje Etxetxipia que ha ganado el premio del público al mejor cortometraje en la sección de cinema cocina del Festival de Málaga. María Jesús, que es la quinta generación de mujeres de la casa Etxetxipia, lleva 34 años haciendo y dedicándose a los quesos. De hecho, fue en una feria de la plaza de Elizondo en la que estaba vendiendo sus quesos cuando conoció a la directora Marina Velázquez.
Ese verano de 2021, Velázquez participaba en un workshop organizado por Estudios Melitón con la cineasta Isabel Coixet, en el que cada participante debía de llevar a cabo un proyecto relacionado con el cine. Y decidió que María Jesús era la persona indicada para protagonizar su cortometraje.
Querían grabar cómo era el día a día. No solo el queso
Cuando le dijeron que querían grabar un corto, María Jesús admite que al principio tuvo dudas. Pero acabó accediendo. Las ovejas, el ordeño… “querían grabar cómo era el día a día. No solo el queso”. En cuanto al resultado, solo lo ha visto una vez. “Es que en tu cabeza te ves, y no te imaginas así. Aunque también he salido más veces en televisión, pero siempre te da un poco de apuro, y no estás preparada para verte”. De todas formas, sí que cree que en el cortometraje se refleja muy bien su día a día.
“Yo le dije a Marina Velázquez: a ver si sacamos algo. Y ella me dijo: sí, esa es la intención. Pero yo lo decía así, de cachondeo, sin más. Y resulta que esta sí que se ha movido”. Cuenta además, que le gustaría saber qué es lo que la gente piensa después de ver el cortometraje.
Cuando Marina ganó en Málaga ya me dijo: es un premio importante, hemos ganado las dos. Pero bueno, yo a lo mío. Yo a los quesos
“Mi intención no era que la gente viese mi trabajo, yo no creía que eso luego andaría por ahí. Yo pensaba que eso se quedaría ahí, que se lo quedaría para ella y ya. Aún no reacciono a saber que gente de todo el mundo me está viendo. Cuando Marina ganó en Málaga ya me dijo: es un premio importante, hemos ganado las dos. Pero bueno, yo a lo mío. Yo a los quesos”.
La primera de Baztan
En 1989 empezaron con la quesería que lleva el mismo nombre de la casa. Por aquel entonces, todavía no había ninguna quesería en Baztan y ese primer año, según recuerda María Jesús, sacaron unos 500-600 kg de queso.
Todo empezó porque su marido era pastor y al casarse, llevó las ovejas a Etxetxipia. La decisión de montar la quesería vino porque “antes se vendía leche, pero era muy inestable y no se podían estabilizar las cuentas”. Fue entonces cuando decidieron emprender con la quesería.
“Al principio todo te sonaba a chino, pero luego poco a poco se empezó a mover la cosa. Las queserías eran una cuba y una prensa. No había nada más, nadie tenía más. Y luego ya se empezó que si cámaras, que si no sé qué, qué batallas…” recuerda. “No se sabía hacer queso y era todo nuevo. Ahora los jóvenes tienen todo hecho. No tienen más que seguir. Aquello fue un sudor.”
No se sabía hacer queso y era todo nuevo. Ahora los jóvenes tienen todo hecho. No tienen más que seguir. Aquello fue un sudor.
Después de 34 años con la quesería, estos últimos años han llegado a hacer unos 4.000 kg de queso al año. Aunque María Jesús admite entre risas que “ahora ya ni control llevo...”.
Jubilación sin relevo
Lo que sí tiene bastante claro es que la quesería no va a llegar a los 35 años. María Jesús se va a jubilar y no va a haber continuidad. Ella siempre ha estado sola en la quesería. Las hijas le han ayudado en la venta pero nunca les ha llamado la atención, ni han querido el trabajo de la quesería.
Aun así, María Jesús cuenta que no le da pena. “Ellas tienen que elegir su vida”. “Yo esto lo hice para un valor añadido para aprovechar yo. Lo aproveché yo y ya está. Ahora ellas que aprovechen los estudios”.
De todas formas, también admite que “no le cojo a la pena porque igual me entraría una depresión. Así que cojo todo por el lado positivo”.
A pesar de ser un oficio en el que “tienes horas de menos” , siempre han agotado toda la producción. María Jesús dice tener la impresión de que cada vez se come más, aunque si comparamos con Francia, aquí se consume muy poco queso.
Al preguntarle sobre el futuro y los planes de jubilación, tiene claro que lo primero es la tranquilidad. “Tranquilidad y sobre la marcha. Al día a día. No le doy vueltas a nada. Que venga lo que tenga que venir”.
