Hace cien años Paca Irisarri fue una joven emprendedora que abrió una peluquería en Estella. Ideó un lugar donde se pudiera cortar el pelo además de peinar que es lo que entonces se hacia en la ciudad del Ega. Paca tenía 18 años pero se había preparado a conciencia, ya que había estado aprendiendo técnicas de peinado y corte de moda parisinas, en Bilbao.

Hace cien años también hervía como hoy. Los periódicos hablaban de la inauguración en la que estuvo Alfonso XIII del aeródromo de Sevilla y de que en Viena un tal Sigmon Freud publicaba su tesis doctoral sobre el ‘Yo y el ello’. Benito Mussolini suspendía el 1º de mayo y en Nueva York se inauguraba el Yankee Stadium. Por aquí se estaba a punto de celebrar las últimas elecciones a Cortes antes de que Primo de Ribera diera su golpe de estado. Temas que se comentarían más o menos en aquella nueva peluquería de la calle del Puy en la que Paca uso todo su conocimiento y pasión para hacer que la mujeres de Tierra Estella lucieran los últimos loock llegados desde París aprendidos en la peluquería de las hermanas Adorno de Bilbao.

De la calle del Puy se trasladó a Comercio donde estaría muchos años y donde le tomó el relevo su hija Asun Roa. Asún, primero estudió manicura en Madrid, y con apenas 16 años paso a Barcelona a estudiar peluquería. En Estella, además de con su madre, Asún estuvo acompañada durante varios años por sus hermanas Conchita y Rosa: “entonces cada una teníamos nuestras especializaciones: “Conchita como técnica, Rosa peinaba y yo que cortaba el pelo”, aseguró Asún, en un pequeño discurso que pronunció en la fiesta de celebración del centenario de la peluquería.

Un día en en el que recordó el momento en el que se sintió por primera vez peluquera: “estaba haciéndole las trenzas a mi amiga Mari Carmen Prieto. Yo quería cambiarle el peinado y ella no quería”, entonces se escuchó la voz de Paca, su madre: “Asunción, dale gusto a la clienta”. “Ese fue el momento en el que me sentí peluquera y supe que esa sería mi profesión”, recordó esta peluquera ya retirada que pronto cumplirá los 92 años. Posteriormente continuó en el oficio e incluso durante tres años tendría como socia a Socorro Andueza “que me ayudó mucho”. Fueron años de nuevos traslados primero a la calle San Veremundo y finalmente a un piso de la calle Mayor donde permanecería durante 28 años. 

Con la perspectiva del tiempo, Asun valora ese esfuerzo mantenido porque sabe que no es fácil que un negocio cumpla 100 años: “son muchos días de trabajo intenso y de hacer frente a los pequeños o grandes retos que se plantean”. Se refirió también al papel fundamental de sus clientas en la peluquería a quienes agradeció la confianza y la cercanía:“hemos sido testigos de vuestros momentos más especiales desde las primeras comuniones a las bodas”, recordó Asun.

 Este reto histórico del negocio de la peluquería La Paca sería más llevadero cuando en 1985 se incorporó Iranzu a la peluquería: hija y nieta, trajo consigo la tercera generación de peluqueras. También como venía siendo norma en la familia tuvo un proceso formativo que empezó a los 18 años cuando salió de Estella-Lizarra para estudiar peluquería en San Sebastián, París, Londres, Madrid y Barcelona. En 2004 y con Asun jubilada, su hija Iranzu abrió un nuevo espacio en la ubicación actual, un bajo en la calle Mayor 47, con la idea de ser visible y accesible y donde se mantiene la actividad a día de hoy y hasta que dure porque de momento el relevo generacional “está en el aire”, aseguró.

En la fiesta de celebración, decenas de clientas y clientes pasaron por la peluquería en una mañana frenética donde corrió el cava y los pinchos. “Han peinado a mi abuela, a mi madre, a mi y a mis hijos” reconocía una de las clientas. En el discurso de Asun también hubo un momento de agradecimiento para Iranzu: “mi hija ha sido capaz de adaptar la peluquería a los nuevos tiempos y conservando ese trato familiar. Digna nieta de su abuela, ha demostrado ser una gran persona y profesional”, aseguró Asun Roa emocionada. La celebración también tuvo un lugar destacado para las trabajadoras. “sabemos que cada una de vosotras habéis dado lo mejor en cada uno de los trabajos que habéis realizado aquí. Habéis aportado las técnicas que en cada temporada estaban de moda para hacer sentir a las mujeres de Estella y Merindad más guapas”, finalizó Asun Roa.