Fernando Etxeberria Mariezkurrena, apasionado de la filosofía, la historia y la montaña, ha querido reunir la historia de la que considera como una de las obras sociales más importantes de la zona. Y no es para menos, ya que en la actualidad Arkupeak tiene 2.790 socios de 43 pueblos del entorno: Arano, Goizueta, Leitza, Areso, Ezkurra, Eratsun, Saldias, Labaien, Urroz, Oiz, Donamaria, Gaztelu, Doneztebe, Zubieta, Ituren, Elgorriaga, Sunbilla, Legasa, Narbarte, Oieregi, Oronoz-Mugairi, Almandoz, Ziga, Berroeta, Arraioz, Gartzain, Irurita, Aniz, Lekaroz, Elizondo, Elbete, Arizkun, Azpilkueta, Erratzu, Amaiur, Urdazubi, Zugarramurdi, Arantza, Igantzi, Etxalar, Lesaka, Bera, Irún e Iparralde.
Hace varios años, tras encontrar unos documentos y escrituras sobre su pueblo natal, Ezkurra, decidió escribir un libro que recopilase la historia de esta localidad. Tras esta positiva experiencia, y aprovechando que habiendo sido durante varios años miembro de la Junta Directiva de Arkupeak, donde tuvo la oportunidad de revisar la documentación existente sobre esta asociación en la sala de reuniones, le pareció que todos los socios debían conocer su “extraordinaria” historia.
Con esta idea y después de trasladársela al presidente, habiendo dado un par de vueltas con el asunto, propuso hacerse cargo él mismo, convencido de que la historia de Arkupeak merecía la pena de ser conocida por todos los socios y la gente del entorno. Así, y de acuerdo con el presidente José Luis Legarra, decidieron darle luz verde al proyecto y dividir la historia en tres capítulos que se irían publicando junto a tres boletines.
El primero de ellos se dedicó a las salidas montañeras. Los otros dos capítulos se centran cada uno en un periodo de tiempo. El primero abarca desde su fundación hasta la dimisión del presidente Felipe Ganboa en el año 2011 y el segundo desde el nombramiento del nuevo presidente Pedro Bañares hasta el año 2022.
Cuatro jubilados con Felipe Ganboa a la cabeza crearon Arkupeak en el año 1986 en Doneztebe. Los objetivos de la asociación son la promoción social, económica, asistencial, cultural, de ocio y entretenimiento de los posibles socios, ayudando a los socios en temas de jubilación, cuidados de la salud, compañía en la soledad y solicitud de ayuda económica en las instituciones para personas necesitadas o residencias o centros de salud.
Durante estos 36 años Arkupeak ha logrado la renovación y creación de espacios dedicados a obras sociales. Aun así, Etxeberria recuerda especialmente la lucha constante llevada a cabo para lograr una residencia en Doneztebe, llegando incluso a comprar una finca para ello. Sin embargo, “debido a la falta de apoyo se intentó que se creara un centro de día, pero por el desinterés institucional y la crisis económica quedó en sus cimientos” lamenta.
Además del gran número de socios de la asociación, destaca también el gran número de actividades que organiza. “Gracias a los viajes, muchísimos jubilados han podido visitar lugares que de ninguna otra manera lo hubieran hecho y al acudir a fiestas, campeonatos de mus, salidas montañeras y actividades culturales se han relacionado con otros socios, compañeros y amigos” destaca Etxeberria. Recuerda con especial cariño el viaje gratuito de 60 emigrantes argentinos a Euskal Herria.
“Gracias a los viajes, muchísimos jubilados han podido visitar lugares que de ninguna otra manera lo hubieran hecho y al acudir a fiestas y actividades culturales se han relacionado con otros socios, compañeros y amigos”
Entre los objetivos de Arkupeak, también está el de fomentar la actividad física entre los jubilados. Para ello, se han firmado convenios con diferentes polideportivos de la zona y se organizan las exitosas salidas montañeras.
Uno de los actos más importantes de todo el año es la celebración del homenaje a los fallecidos, a los que cumplen las bodas de platino y de oro matrimoniales y a los que cumplen los 85 años.
No obstante, las actividades no se limitan a viajes y talleres culturales. Desde Arkupeak colaboran con el movimiento de los pensionistas que luchan para lograr una jubilación acorde a la situación económica y el nivel de vida general.
En cuanto a Fernando Etxeberria, ya tiene nuevas ideas sobre las que seguir investigando. Aunque admite que va a descansar unos meses, la curiosidad sobre la historia y el pasado de su localidad natal le motivan para seguir indagando y posiblemente recopilando y redactando la información que vaya descubriendo.
