Más de 200 personas se dieron cita este sábado en el patio del colegio Ermitaberri de Burlada para rendir un emotivo homenaje a los hermanos Erro Armendáriz que han regentado el Bar Erro durante más de cinco décadas hasta su reciente cierre. En la comisión organizadora de esta iniciativa popular con la que el pueblo de Burlada ha querido agradecer la implicación de los hermanos Erro en la historia de la localidad han participado Carlos Pérez, Maika, Iñaki Azanza, Íñigo Larrea y Carlos Erro.

Pifi aseguró que el acto quiso ser una despedida a lo grande de diferentes generaciones que han crecido y disfrutado de buenos momentos en un bar mítico: “Antonio y Perico nos han dado tanto cariño que no podíamos despedirnos de ellos sin una fiesta”, aseguró Maika del bar Black Rose. También Pifi destacó que el pueblo ha querido hacerles este homenaje a lo grande, “al mismo nivel que ellos se han portado con muchas generaciones de 60, 50, 40 y 30 años. Son muy buena gente y se lo merecen”, remarcó.

Perico y Antonio Erro Armendáriz, emocionados, durante la despedida popular.

Carlos Erro, sobrino de los propietarios, intervino en el acto para recordar que “el Erro era el garito en el que muchos músicos permanecían hasta el cierre para escuchar los grandes clásicos de rock entre anécdotas y litros de cerveza”. Y añadió: “Antonio, con 64 años, a punto de jubilarse, y Perico, con 74, fueron durante estas últimas décadas la cara visible del bar, como dos buenos hermanos, siendo las dos caras de una misma moneda”, explicó.

En el acto de despedida participaron también los hermanos Ríos del Zezengorri, y hubo largo tardeo con rock & roll a cargo de Rob Castillo y Mertxe Turner. Un agur con mucho ritmo y un sueño: larga vida al Erro.