Oronz reunió este sábado al Valle de Salazar en torno a una mesa de 500 comensales y puso en el centro a sus nuevos vecinos, hombres y mujeres que han elegido el pueblo para formar sus hogares, junto al deseo de seguir reforzando los lazos y de trabajar por un Pirineo vivo.

Lo hizo en el marco del Urruxkide Eguna, la fiesta del valle que recuerda la costumbre de juntarse los 15 pueblos en una comida para emparejar a las familias tras sortearse las llaves de sus casas. Esta representación fue el acto más simbólico de convivencia de un programa con discurso que sacó músculo de valle y mirada de futuro.

Zaraitzun Kantuz junta sus manos y anima con su canto a la unión en defensa del Pirineo.

El día comenzó pronto y con cambios. No hubo homenaje a los mayores. “Oronz es un pueblo joven y hemos puesto nuestra atención en las personas que han elegido volver, que por diferentes motivos se fueron en su infancia y han decido regresar de adultos y establecerse en el valle. Hemos querido cambiar el discurso de la despoblación y poner en valor la vuelta a las raíces y el vínculo”, explicaba la joven alcaldesa oronztarra, Amaia Andueza Gastesi, de 33 años. Por este motivo, el Aiert Otsoa, la talla de madera del reconocimiento recayó en Jon de Saavedra Pena y Teté Sanz García, en representación de la quincena de nuevos vecinos y vecinas que se han instalado en Oronz desde 2019 para compartir su vida. Raíces maternas, por un lado y relaciones de pareja, les han llevado al pueblo desde Madrid y Zaragoza respectivamente. “Vivir en una zona rural es posible y hay opciones y es nuestra responsabilidad llenar el valle de vida y crear oportunidades”, declararon al tiempo que agradecían la acogida.

Generacional intercambio de llaves.

Daba asimismo las gracias la alcaldesa, plena de satisfacción, por el resultado del día: “A todo el pueblo que ha colaborado, a los que vienen de fin de semana y se han adelantado para ayudarnos, a la Junta y a Esparza que nos pasó el testigo. Era un reto personal y para el Ayuntamiento que este pueblo tan pequeño (50 habitantes) organizara el Urruxkide Eguna . La implicación ha sido total”, manifestaba al finalizar el acto (euskera y castellano) conducido con Mikel Arretxe Urrizburu.

Gaitas de Salazar, Lumbier y de la escuela de música.

“Lo bonito es que nos juntemos 500 personas de los 15 pueblos y celebremos que la gente vuelve y viene a vivir”, significaba el nuevo presidente de la Junta del Valle, Gustavo Goiena. En nombre “del equipo ”, expresó la intención de abrir la institución al valle ( trabajó como presidente por el cambio de ordenanzas en 2018-2019, por la igualdad de derechos. Añadió la voluntad de trabajar firme entre todos los pueblos y alertó sobre el peligro de que el Pirineo caiga de nuevo en el olvido ante el cambio de Gobierno.

La bandera del valle bailó por todos y todas, “por los llegados y los vecinos” cantaba la jota, antes de que Enrique Narvait Goyeneche la extendiera en el centro de la plaza al son del violín y la flauta de Zelaida Biurrun y Xabier Díaz Esarte. Estuvo acompañado de Garazi Pérez Zubialde portadora de la segunda bandera que representa al valle.

La nueva Junta del Valle y su presidente, Gustavo Goiena.

“Lo bonito es que nos juntemos 500 personas de los 15 pueblos y celebremos que la gente vuelve y viene a vivir”, significaba el nuevo presidente de la Junta del Valle, Gustavo Goiena. En nombre “del equipo ”, expresó la intención de abrir la institución al valle ( trabajó como presidente por el cambio de ordenanzas en 2018-2019, por la igualdad de derechos. Añadió la voluntad de trabajar firme entre todos los pueblos y alertó sobre el peligro de que el Pirineo caiga de nuevo en el olvido ante el cambio de Gobierno.

La bandera del valle bailó por todos y todas, “por los llegados y los vecinos” cantaba la jota, antes de que Enrique Narvait Goyeneche la extendiera en el centro de la plaza al son del violín y la flauta de Zelaida Biurrun y Xabier Díaz Esarte. Estuvo acompañado de Garazi Pérez Zubialde portadora de la segunda bandera que representa al valle.

Zaraitzun Kantuz llenó con sus voces y su cancionero habitual la mañana, si bien puso especial énfasis en su canción al valle estrenada en la edición anterior. Sumando voces y uniendo manos se solaparon con el sentimiento de pertenencia y defensa del Valle de Salazar: “15 villas, 3 quiñones y un solo corazón”

Danzantes de Otsagabia, mujeres y hombres como viene siendo habitual en las últimas actuaciones, gaiteros de Salazar, de Lumbier y alumnado de la escuela de música del valle llenaron de ritmo la plaza. En ella se abrieron paso los gigantes txikis, una pequeña comparsa de personajes locales que también hablaba de futuro. La jornada identitaria, precedida de actos culturales los días previos e iniciada con misa y rondalla, se sellaba felizmente, con la tradicional comida.

Urruxkide Eguna

Urruxkide Eguna