Lerate y el camping Aritzaleku en Guesálaz contarán con una nueva depuradora tras la adjudicación de las obras por 1.085.092 euros a Excavaciones Fermín Osés. Unas obras que comenzarán en enero de 2024 y que pondrán fin a las carencias observadas en las instalaciones que se construyeron en 1993 y que han sufrido remodelaciones en 1999, donde se crearon lagunas artificiales y las de 2007, en las que se introdujo un filtro de arena. 

Para la presidenta del concejo de Lerate -perteneciente a Guesálaz-, las obras son necesarias tanto por la cantidad de población que acoge el camping Aritzaleku, como para asumir tanto las necesidades de la localidad que cuenta con 20 vecinos que en verano se incrementa hasta los 65 y también “la legalización” pendiente de una vieja urbanización perteneciente a Lerate. "Es una buena noticia ya que este verano descubrimos y denunciamos que parte del bombeo iba a parar al mismo embalse”, ha asegurado la alcaldesa, Sagrario Miranda. 

La sociedad Nilsa, adscrita al departamento de Cohesión Territorial del Gobierno de Navarra, asegurabas que existe la necesidad de modernizar y ampliar el sistema, basado en un primer momento en una fosa séptica y un bombeo, ubicados junto a los aseos del aparcamiento del embalse de Alloz. “Las poblaciones con aumento de carga contaminante estacional y poca contaminación el resto del año requieren de sistemas robustos que demanden poco mantenimiento y que, además, funcionen sin energía eléctrica en temporada invernal” aseguraron desde Nilsa, quienes han apostado por dotar de una instalación que aporte seguridad “ante las variaciones de caudal y evite los imprevistos o episodios de fuertes lluvias”. 

El proyecto también contempla como nuevos elementos, una estación de bombeo y un tanque de retención, que se ubicarán en una parcela comunal “cedida por el concejo”, según aseguró la alcaldesa, y que se integrarán paisajísticamente a través de bancales y caballones de tierra unidos a pantallas vegetales, que minimicen el impacto visual. 

La planta tratará una media de 327 metros cúbicos diarios de agua residual, que una vez limpia verterá al regacho Sorginiturri, que desembocará posteriormente en el embalse de Alloz, una de las zonas naturales aptas para el baño en Navarra y uno de los enclaves naturales más conocidos en la Comunidad Foral. 

El proyecto fue presentado en diciembre de 2021 por Nilsa al Ayuntamiento y a la Mancomunidad de Valdizarbe y como en otras obras de este tipo, la financiación correrá íntegramente a cargo del canon de saneamiento, “que toda la población navarra paga a través del recibo del agua y que la sociedad pública gestiona anualmente en función de la planificación establecida en el Plan Director del Ciclo Integral de Agua de Uso Urbano, aprobado en 2019 y vigente hasta 2030”, aseguraron desde Nilsa.