Como todos los años, el pasado 24 de diciembre Olentzero y Mari Domingi se encargaron de repartir alegría por los hogares de todo Baztan. En Elizondo, a las 17:00 de la tarde, eran muchos los que esperaban impacientes en la puerta de la residencia Francisco Joaquín Iriarte la llegada de estos dos entrañables personajes.

Olentzero y Mari Domingi a las afueras de la Residencia de Elizondo.

A su llegada, se les bailó un tradicional aurresku de bienvenida. A continuación, acompañados por los joaldunak, txistularis, dantzaris, antorchas, trikitilaris y la banda de Elizondo, fueron recorriendo algunas de las calles de la localidad, mientras saludaban a quienes se acercaban a ellos. Además, durante su recorrido se repartieron castañas y se interpretaron bailes como la irri dantza, esku dantza o el zortziko.

También hubo tiempo para bertsos y txalaparta y, como no podía ser de otra manera, al final, en la Ikastola, los más txikis pudieron acercarse a Olentzero y Mari Domingi para expresarles sus deseos y darles unos cariñosos muxus.