El Ayuntamiento de Corella comenzó en el mes de octubre los trámites administrativos para exigir a los actuales propietarios de las parcelas (un banco, dos inmobiliarias y un particular) donde estuvo situada la antigua fábrica de prefabricados de cementos Selphor, la limpieza inmediata de los residuos que mantiene en su propiedad. Desde el Consistorio han señalado que “no pueden continuar más tiempo, en el lamentable estado en el que se encuentra el solar y las naves”. La parcela está situada al borde del espacio urbano del municipio de Corella, siendo esta una de las principales entradas a Corella por lo que el problema no es solo “en tema de imagen, además se añade el peligro que supone la posibilidad de que puedan acceder personas, como ya ha ocurrido en más de una ocasión, en un recinto con muchos puntos de riego de accidentes”, indican.

La empresa Selfhor, que se dedicaba a la fabricación y montaje de estructuras de hormigón, cerró la planta en 2011, hace 13 años, despidiendo a los 79 trabajadores que tenía en plantilla. La producción de la factoría se destinaba a la construcción de naves y pabellones industriales, logísticos y comerciales. La empresa abandonó tras su cierre naves y materiales en las campas de la fábrica, que los actuales propietarios a día de hoy no han resuelto su retirada.

En octubre se comunicó a los propietarios el primer requerimiento para que realizarán la limpieza. Antes de finalizar el plazo dado, solicitaron una prórroga que ahora ha concluido sin que hayan procedido a entregar el proyecto para la limpieza, ni a ejecutar ninguna actuación. Por este motivo se les ha remitido la primera multa que asciende a 6.000 euros, que “se les irá imponiendo todos los meses hasta la ejecución de la limpieza de la zona”.

La valoración realizada para conocer el coste de la limpieza de la parcela, además de la eliminación de las naves, que solo pueden ser demolidas, así como la limpieza de la campa, supera el 1,1 millón de euros, para despejar los cerca de 60.000 metros cuadrados que ocupa.

Según el informe encargado por el Ayuntamiento, la empresa Selphor desmontó y retiró las instalaciones de valor como los puentes grúa, silos, tolvas, maquinaria.., pero quedo todo aquello que por sus dimensiones no le fue rentable retirar, quedando las edificaciones de las naves y oficinas, así como las estructuras de los puentes grúas y bastantes elementos prefabricados de hormigón, sobre todo en las zonas de acopio junto a las líneas de pilares donde estaban instalados los puentes grúa.

Durante los años siguientes al cierre se ha producido el deterioro de esas instalaciones que además se ha visto agravado por el vandalismo al que suelen estar expuestas este tipo de instalaciones abandonadas.

La ubicación de las instalaciones, junto a una de las carreteras de acceso a la localidad y de acceso al Polígono Industrial, ofrece un aspecto nada positivo para la imagen de la localidad, cuestión que se pretende erradicar con la limpieza y retirada de materiales de estas parcelas.