Uno de los pipicanes de Burlada, concretamente el que se encuentra situado en las cercanías del edificio de Cáritas en la calle Bizkarmendia, ha sido objeto de un ataque vandálico que ha causado importantes daños. Una parte del vallado ha sido derribado y con él las papeleras en las que se depositan los excrementos caninos, lo que hace que el recinto haya perdido temporalmente su funcionalidad, puesto que los perros ya no se encuentran en un perímetro cerrado y sus dueños no pueden depositar las heces en los correspondientes depósitos.

Los vecinos de la zona se quejan de que no es la primera vez que esa zona de Burlada sufre la acción de los gamberros, que en más de una ocasión han prendido fuego a los contenedores del entorno de la plaza Ruben Beloki, por lo que piden al Ayuntamiento que refuerce la vigilancia, de forma especial los fines de semana.