Las vacas locales de la ganadería Hípica Zahorí realizaron ayer un encierro del Pilón muy entretenido y vistoso al tratar de escaparse a la altura de la fuente de los Pajaricos y en el que 5 mozos tuvieron que ser atendidos por heridas leves. La manada, que salió agrupada del corral y que apareció en la parte al del recorrido a los 40 segundos, se dispersó y cada animal tomó una dirección diferente creando momentos de incertidumbre. De hecho, uno de los astados le dio un buen susto a unos espectadores que estaban encaramados en la ladera al subir y tratar de embestirlos. Finalmente, y tras retomar el rumbo gracias a la ayuda de los pastores, los animales bajaron a toda velocidad por la cuesta barriendo a su paso a quienes se atrevieron a correr unos metros en esta zona.

Uno de los mozos ha caído a una ladera repleta de zarzas Iñaki Porto

De acuerdo con el ganadero falcesino Javier Olcoz, “el encierro ha estado bien; ha tenido un punto emocionante cuando se han intentado escapar, pero todas han llegado al corral gracias a la intervención de los pastores, a quienes quiero agradecer su implicación, así que estoy contento”.

Él, que azuzó a los animales desde arriba, no se enteró de la dispersión de los mismos hasta que, segundos más tarde, llegó y vio el panorama; “oía gritos pero no sabía lo que pasaba”, contaba tras la carrera.

Encierrillo de Falces

Encierrillo de Falces María San Gil

Vacas nobles

Olcoz explicaba que para este encierro buscó “vacas bravas pero sobre todo nobles a la hora del manejo; me centré en cómo se comportan y cómo están el corral. La idea es que vayan agrupadas”.

En esta ocasión solo había tres animales repetidores de años anteriores y el resto eran reses jóvenes “por lo que tenía mucha incertidumbre por ver qué hacían. El hecho de elegir las vacas del Pilón es algo que me quita el sueño. Además, el jugar en casa te pone más nervioso porque lo quieres hace lo mejor posible”.

Por otro lado, y para la prueba de ganado, “muy trabajada y aplaudida”, sacó a animales “con más bravura, con un poco más de fuerza, de coraje y voluntad”.

El hecho de recuperar la normalidad, finalizaba Olcoz, “ha supuesto volver a respirar y ver que nuestra forma de vida tiene sentido. Han sido años muy difíciles pero, al tener el negocio bastante diversificado, ha sido más llevadero”. Y es que en la finca tienen también caballos, dan clases de equitación, cuentan con ganado avileño y han participado en un par de rodajes; “con todo ello hemos logrado salir hacia adelante y mantener el negocio vivo, que es un logro”.

Balance festivo

Por otro lado, el edil de Festejos, Valentín García, hacía un pequeño balance de las fiestas tras cruzar el ecuador. “Hasta ahora están siendo unos días muy positivos en los que más o menos al encierro del Pilón sigue viniendo la misma gente que antes y creo que no se está notando la coincidencia con Tafalla. Mira hoy (por ayer); hay mucha, mucha gente de fuera, y es jueves”.

De hecho, reiteraba, en ningún momento se plantearon atrasarlo a las 10.00 horas. “No tendría sentido un encierro a esas horas, después la prueba de ganado, y los almuerzos”.

Además, y aunque no sabe si seguirá en la corporación a partir del año que viene, él es partidario de dejar las cosas como están. “El Pilón no hay que tocarlo; hemos mantenido reuniones con el departamento de Interior porque todos queremos cuanta más seguridad, mejor, pero no se debe cambiar porque romperíamos la esencia de algo que es único. Este año los encierros están siendo un poco más accidentados, y el del martes creo que fue insólito, pero ya hemos visto que los corredores que resultaron heridos están de nuevo por aquí así que mientras quede en eso, está bien, son cosas que pasan aquí”.