El tiempo no acompañó ayer durante el segundo encierro en Sangüesa con novillos de la ganadería Hípica Zahori de Falces. A pesar de la lluvia, los astados realizaron la carrera a gran velocidad, una característica de los encierros de la localidad. En esta ocasión, también se debió al número de corredores, ya que la lluvia provocó que menor participación; también fue evidente en el número de espectadores.

Desde Policía Municipal informaron que fue una carrera limpia y no dejó ningún herido. Sin embargo, se vivió un momento de tensión cuando un novillo jabonero se lanzó hacia la izquierda en la calle de la Magdalena. Finalmente, volvió a unirse a la manada y entró junto a sus hermanos a la plaza. Posteriormente, a causa del mal tiempo, se supendió la suelta de vaquillas.

Por otra parte, después de dos años, los pastores de los encierros han vuelto a “recuperar sensaciones perdidas”, declaró Alberto Pérez al final de la carrera. Esta afición la viven con gran ilusión, sobre todo este año que el grupo ha podido retomar su tarea.

El equipo está formado por seis pastores: Alberto Pérez, Nacho Lacosta, Daniel Sánchez, Javier Echegoyen, Imanol Henares y Juan Carlos Oiza.