Los animales de Adrián Domínguez, de Funes, completaron un encierro muy rápido, apenas tardaron en llegar al corral de abajo 56 segundos, y algo más aparatoso que el del domingo. Y es que las diez vacas bajaron a una velocidad trepidante e incluso, junto a la Fuente de los Pajaricos, tanto en la subida (un poco antes) como en la bajada, amagaron con escaparse desatando el griterío de todos los que allí se encontraban. Sin embargo, la manada enfiló la cuesta de forma compacta y se llevó por delante a los corredores que intentaron mantener el tipo delante de ella. La DYA, informaban, tuvo que atender a cuatro mozos con contusiones y heridas leves producidas por las caídas sufridas en el tramo final. La espera de ayer la amenizó la banda de música que, con sus alegres melodías, animó a las cientos de personas que desde antes de las 8.00 horas iban llegando para posicionarse en el monte falcesino. A las 9.00 horas en punto, y tras el segundo cohete, el ganadero Domínguez azuzó a sus animales para que empezara el espectáculo, ocho repetidores y dos nuevos con respecto a otros años, tal y como explicaba. Para él la valoración general de la carrera fue “positiva; estoy contento”, insistía. “Siempre me gusta mezclar animales veteranos con jóvenes, es lo que hago siempre”. Aunque él no vio el amago de las vacas de irse ladera arriba, “entiendo que a la gente le guste, pero para nosotros es un incordio tener que buscar o rescatar a los animales”. De hecho, Adrián aún tiene en mente el encierro que protagonizó en 2022 y en el que un astado se cayó al barranco. “Esa vaca se ha quedado en casa y no ha venido, obviamente”, contaba. En cuanto a la manada que llevó a Falces comentaba que “tratas de buscar animales válidos, que se agrupen pero, por otro lado, que se sepan separar ya que son los que salen en el encierro de las 12.00 horas, y ahí se busca otra cosa; no es fácil lograr ambas cuestiones”. Sin embargo, destacaba antes de irse a cargar otro lote para el encierro de la tarde, “ha salido todo muy bien”.

El resto de los festejos

Por otro lado, y en cuanto a la prueba de ganado: susto. Y es que un joven sufrió un revolcón por parte de una de las vacas, sin llegar a ser corneado, pero se llevó un importante golpe en la cabeza que dejó a los allí presentes helados. Por suerte todo quedó en un susto y el festejo continuó. “En Falces están muy, muy bien preparados”, afirmaba Domínguez al tiempo que concluía asegurando que “cada pueblo tiene lo suyo, pero el Pilón es muy diferente al resto, es muy peculiar y viene muchísima gente; es increíble, una pasada. Ojalá volvamos el año que viene, es un pueblo al que le tengo mucho cariño y, además, somos vecinos”. Por último, y como novedad este año, han sacado del recorrido del encierro las gradas porque no cumplían la normativa y no daba tiempo de poner otras, explicaba la alcaldesa Gloria Olcoz; ahora han añadido vallado “e iremos adaptándolo para que sea lo más cómodo posible en un futuro”, insistía la primera edil.

El dispositivo de la DYA

Adriana Autor, de la DYA, explicaba que estos días están velando por la seguridad de los corredores entre 12 y 15 personas que llegan de las bases de Peralta, Olite, Pamplona, o Los Arcos, entre otras. Además todos los días hay dos ambulancias para el Pilón y una de ellas se queda a la prueba de ganado. Por otro lado, los efectivos sanitarios están ubicados en tres puntos estratégicos; cuatro se colocan en el corral de arriba, otros cuatro en el corral que hay al acabar la cuesta, donde empieza el asfalto, y el resto, junto a los dos equipos médicos, están en el puesto de socorro que hay al terminar el recorrido.