Su primera película llevaba el título de Poppers, dirigida por José María Castellví, y en ella que trabajó junto al mítico Alfredo Mayo. En los años siguientes intervino en Adiós pequeña (1986), de Imanol Uribe; En penumbra (1987), de José Luis Lozano; y A solas contigo (1990), de Eduardo Campoy, con Victoria Abril e Imanol Arias. En los escenarios, en 1986, interpretó Lázaro en el laberinto (1986), de Antonio Buero Vallejo, y La belleza del diablo, con Amparo Larrañaga. También participó en Los ochenta son nuestros.

La televisión siempre estuvo en su punto de mira, pero no entró en ella como actor, sino que fue uno de los colaboradores de El programa de Hermida en 1991, en donde llegó a figurar como copresentador. En este espacio, uno de los primeros de producción propia de la recién nacida Antena 3, también debutaron a la par Carlos García Hirschfeld y Belinda Washington. Nombres en su día muy populares, aunque en estos momentos los tres están bastante apartados de los focos televisivos.

La faceta de presentador le atrajo sobremanera y probó distintos formatos, alguno de ellos con el humor como telón de fondo. Entre esos programas cabe destacar Quiéreme mucho (Antena 3), No te rías, que es peor, Ta tocao, el concurso infantil Zona de juegos y el musical Hola, ola (estos cuatro en TVE).

La presencia catódica favoreció su participación en series, aunque fuera de forma ocasional, y estuvo en las más conocidas de la década de los 90: Lleno, por favor, ¿Quién da la vez?, El súper o Ciudad Sur. También trabajó en Periodistas en su última temporada, dando vida a Chopo. Esta historia le dio más popularidad y lo puso en cierta forma en el mapa. Han pasado ya veinte años de aquel personaje y también del que interpretó en la película de Guillermo del Toro El espinazo del diablo. En 2005 protagonizó junto María Luisa Merlo y Yolanda Arestegui la primera serie para móviles que se realizó en España, Supervillanos. Después del éxito obtenido fue emitida por La Sexta. Una de las series en las que tuvo gran recorrido fue en Amar en tiempos revueltos, donde dio vida a Ovidio Salmerón, el comisario asesino y psicópata de la comisaría de policía de Chamberí. Sus últimos trabajos televisivos han sido en series muy conocidas por los espectadores y que aún están en emisión: La que se avecina (Telecinco) y Servir y proteger (Televisión Española).

Es un hombre con muchos recursos al que le gusta escribir y que ha trabajado como guionista. La dirección audiovisual también está entre sus habilidades. A la par que se buscaba la vida como intérprete también se ponía detrás de las cámaras dirigiendo los cortometrajes Mi jarrón chino (1996) y El pez (1998). Una de sus aficiones es la escultura, disciplina a la que ha dedicado mucho tiempo, y otra, la música. Tiene conocimientos académicos de piano y guitarra, le gusta el mundo del rock y ha participado en algún que otro concierto. Pese a sus mil y un registros, ahora mismo permanece alejado de los focos.